La detección precoz de las altas capacidades intelectuales, tanto en el ámbito familiar como, especialmente, en el escolar es una de las claves para acompañar y facilitar el camino a los niños y niñas que presentan esta neurodivergencia. Como tal, desde el 2020, la legislación vigente les reconoce como personas con necesidades educativas especiales. Sin embargo, la estadística demuestra que en España los datos siguen lejos de ese 10% de personas con altas capacidades intelectuales, dato sobre el que existe consenso entre los profesionales especializados.
En España, los últimos datos sobre los alumnos con altas capacidades intelectuales detectados hacen referencia al curso escolar 2022-2023. Sabíamos, porque había información al respecto, que en años precedentes el porcentaje de detectados estaba lejos del 1% sobre el total de alumnado matriculado en las distintas etapas educativas —desde Primaria, porque la detección de las altas capacidades en Educación Infantil no es tan fiable debido, entre otras cosas, a la creatividad disparada de los niños y niñas en ese tramo de edad que va de los 3 a los 6 años—.
Pues bien, la nueva actualización de datos del INE demuestra que no se ha avanzando demasiado terreno a nivel nacional en la detección de las altas capacidades: sigue por debajo del 1%.

En concreto, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística —Estadística de las Enseñanzas no universitarias—, en el curso 2022-2023 estaban identificados en España poco más de 50.000 alumnos de altas capacidades. Teniendo en cuenta en este caso el segundo ciclo de Educación Infantil hasta Bachillerato. El centro psicológico especializado en superdotación y altas capacidades El Mundo del Superdotado eleva a 51.396 el alumnado con altas capacidades identificado en las enseñanzas no universitarias.
Un millar arriba o abajo, en cualquier caso, no cambia la fotografía general de la realidad de la detección de las altas capacidades en la educación española: solo están identificados, aproximadamente, un 0,75% de los alumnos matriculados en dichos niveles educativos. Es decir, a 9 puntos de distancia de ese 10% de alumnado con altas capacidades que actualmente está matriculado en colegios e institutos españoles.

Siguen siendo más niños que niñas
Las estadísticas siguen mostrando también una enorme diferencia por sexo en las altas capacidades que no corresponde con la realidad, según los expertos.
En concreto, según El Mundo del Superdotado, “se observa que solo el 35% son mujeres frente al 65% de hombres”. Esto, añaden, “viene siendo habitual, por el diferente comportamiento de los chicos y chicas con altas capacidades en el aula”. Sí, las niñas con altas capacidades siguen pasando más desapercibidas que los niños.
En cualquier caso, y aunque esto deje entrever que en el grueso de los alumnos no identificados serán más niñas que niños, “por pura estadística, teniendo en cuenta que el 2% de los alumnos son superdotados y que al menos un 10% tienen altas capacidades intelectuales, 110.000 estudiantes superdotados y más de 600.000 alumnos con altas capacidades están escolarizados y no están recibiendo apoyo educativo específico”, advierte el gabinete liderado por Carmen Sanz Chacón, especialista en altas capacidades.
Según su equipo de profesionales, “muy posiblemente, un 50% de estos alumnos estarían engrosando las cifras de fracaso escolar según los estudios del propio Ministerio”. Fracaso escolar que en España, según la misma fuente, fue del 14% en 2023, a cinco puntos de distancia del objetivo europeo, el 9%.

Asturias demuestra avances significativos
Aunque las administraciones públicas con competencias educativas (las autonomías y el Estado, que garantiza una beca de 400 euros al alumnado con altas capacidades) están demostrando interés en las altas capacidades recientemente —el PEAC de la Comunidad de Madrid es un ejemplo de ello—, en lo que respecta a la identificación, solo la política de Asturias está dando frutos demostrados.
Desde el curso 2022-2023, el gobierno asturiano puso en marcha un cribado en sus centros educativos mediante el cual el profesorado evaluó al 95% en creatividad, personalidad y motivación. El objetivo, buscar señales para la detección precoz de las altas capacidades.
Este cribado permitió, según datos del gobierno asturiano, elevar el porcentaje de detección del 0,5% al 4,2% en este nivel. Y, además, el 48% de las personas identificadas en el cribado fueron niñas, lo cual eleva notablemente el porcentaje hasta equilibrarlo casi en el 50%, una fotografía más cercana a la realidad consensuada por los expertos en altas capacidades.