¿Conoces todos los tipos de contracciones que tendrás en tu embarazo?

Aunque la mente te lleve a pensar en el momento preciso del parto, las contracciones no solo aparecen en esa situación. De hecho, existen otros tantos tipos que vivirás a lo largo de tu gestación. Descubre aquí las características que nos permiten diferenciar una contracción de otra y conoce las diferentes clases que existen.
¿Conoces todos los tipos de contracciones que tendrás en tu embarazo?

Si piensas en contracciones probablemente pienses de forma directa en el parto. Pero igual no sabes que existen otros tipos que se viven durante el periodo de embarazo y que pueden surgir en cualquier momento. Todas son musculares, pero no todas son iguales: las funciones, características y sensaciones que provocan son diferentes.

Para entenderlas hay que tener en cuenta al órgano responsable de las mismas, y este no es otro que el útero. Un músculo capaz de contraerse, relajarse y ejercer presión suficiente como para poder expulsar al futuro bebé del cuerpo de su madre. 

Una actividad para la que este órgano empieza a prepararse antes del momento del alumbramiento. De hecho, se va ejercitando durante los nueve meses de gestación y ahí entran en juego las contracciones.

Características que diferencian las contracciones

Si queremos reconocer los diferentes tipos, tendremos que atender a las principales cualidades que permiten diferenciarlas entre ellas:

  • Tono basal. Es la presión más baja que hay entre dos contracciones.
  • Intensidad. Es el incremento de la presión intra-amniótica en cada contracción y se mide en mm de Hg (milímetros de mercurio). Las contracciones suelen percibirse a partir de los 10 mmHg.
  • Frecuencia. Es el intervalo que existe entre dos contracciones seguidas. Se expresa como el número de contracciones que se producen en un lapso de 10 minutos.
  • Intervalo. Es el tiempo que se produce entre los vértices de dos contracciones.
  • Duración. El tiempo que existe desde el inicio hasta el final de la elevación de la onda contráctil por encima de la línea basal. Es difícil de determinar clínicamente, pero se acepta que la duración es más o menos de 1 minuto, variando entre 30 y 90 segundos.
  • Acmé. Es el punto más alto que alcanza la curva de presión intraamniótica durante cada contracción.
  • Actividad uterina. Es el resultado del producto de la intensidad por la frecuencia. Se expresa en mmHg.
Mujer embarazada - Getty Images/iStockphoto

Los seis tipos de contracciones del embarazo

  • Contracciones A o de Álvarez. Aparecen en las primeras etapas y duran aproximadamente hasta la semana 28. Son de poca intensidad y baja frecuencia. Son difíciles de percibir para la embarazada.
  • Contracciones focales. Su intensidad es baja y se localizan en pequeñas áreas del útero, parecen una especie de cosquilleo, pero más intenso. Se producen por los movimientos del bebé en el útero.
  • Contracciones generalizadas. Se inician en una zona, pero se van extendiendo al resto del útero. Pueden producirse por los movimientos del feto o por cambios de posición o esfuerzos de la embarazada.
  • Contracciones de Braxton Hicks. Se dan en una zona más amplia que el útero, producen que la tripa se endurezca, pero sin dolor. Son irregulares, duran entre 30 segundos y 1 minuto y su frecuencia e intensidad es baja.
  • Contracciones prodómicas, previas o preparto. Tienen una intensidad mayor a las de Braxton Hicks y aunque pueden aparecer algunos días antes del parto, no son las “contracciones de parto” como tal, pero sí indican que se está acercando el momento. Tienen una alta frecuencia e intensidad y pueden provocar alguna molestia.
  • Contracciones de parto. Son regulares y de alta intensidad, son las más intensas. No pasan desapercibidas porque suelen provocar dolor y duran entre 30 y 60 segundos cada una.

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