Creatinina y embarazo: resuelve tus dudas
La creatinina es un parámetro común que encontramos en la mayoría de análisis sanguíneos de rutina que ayuda a descubrir qué tal están funcionando los riñones. Debido a las necesidades propias del embarazo, especialmente si surge alguna patología renal, los valores de creatinina sérica pueden aumentar.
La creatinina sérica se convierte en una evaluación estándar que permite conocer y descubrir cuál es la función renal de una determinada persona, mediante la medición de su concentración en sangre.
Ahora bien no es la mejor manera de controlar la salud de los riñones al ser un parámetro que se ve afectado por la edad, raza, sexo y tamaño corporal, como señala la National Kidney Foundation.
No obstante, su estudio es muchísimo más útil cuando se acompaña de otros análisis relacionados, como podría ser el caso de la tasa de filtración glomerular (TFG), que destaca por ser la mejor opción a la hora de descubrir si los riñones funcionan correctamente, y que sirve para medir cómo los riñones están filtrando la creatinina, obteniendo una información más o menos estimada de la cantidad de sangre que pasa a través de unos filtros diminutos presentes en estos órganos, y conocidos como glomérulos.
En el embarazo, por ejemplo, el análisis de la creatinina sérica se incluye de forma rutinaria en las diferentes analíticas sanguíneas de control que se realizan a lo largo de la gestación, y es un indicador de cómo de bien están funcionando los riñones. Y es habitual encontrarlo, de hecho, en la mayoría de análisis de sangre básicos que nos realizamos en nuestro centro médico, independientemente de que haya o no embarazo.
¿Qué es la creatinina y para qué sirve el análisis de la creatinina sérica?
La creatinina es el resultado de la degradación de la creatina, un componente fundamental de los músculos. Concretamente, consiste en un producto de desecho que proviene del desgaste normal de los diferentes músculos de nuestro cuerpo. Todas las personas, por tanto, tienen creatinina en el torrente sanguíneo.
Explicado de manera sencilla, podríamos decir que, normalmente, nuestros músculos liberan en la sangre un producto de desecho conocido con la denominación de creatinina, especialmente cuando éstos usan energía. A su vez, los riñones la filtran para finalmente salir del cuerpo a través del tracto urinario.
Precisamente, cuando los riñones no están funcionando normalmente se produce la concentración de altas cantidades de creatinina en la sangre. Por tanto, el análisis de la creatinina sérica puede ser útil para conocer qué tal funcionan los riñones, pero dado que estos valores también aumentan por otros motivos, no es del todo concluyente.
¿Qué ocurre con la creatinina en el embarazo? Sus valores normales

Examen de creatinina en el embarazo
Durante un embarazo normal, se produce un aumento tanto del volumen sanguíneo como de la función renal. Mientras que el índice de filtración glomerular aumenta hasta un 50% y la depuración de creatinina también, la creatinina sérica sin embargo disminuye. De esta forma, las cifras de creatinina en sangre normales para una embarazada se sitúan normalmente entre 0,4 a 0,8 mg/dL (44 a 88 umL/L). Por lo que cualquier valor superior es considerado como anormal.
En caso de preeclampsia durante la gestación se tiende a producir un incremento de la creatinina sérica (situándose por encima de 1 mg/dL), además de otros parámetros sanguíneos como ocurre con las enzimas hepáticas SGOT y SGPT, la bilirrubina directa, el ácido úrico y el nitrógeno úrico, mientras se produce también la disminución de las plaquetas.
Además, a lo largo del embarazo pueden surgir algunas enfermedades renales que ocasionen un aumento de los niveles de creatinina en sangre. Es lo que ocurre, por ejemplo, en las siguientes patologías:
- Pielonefritis aguda: es una complicación médica grave que se presenta con más frecuencia en el segundo y tercer trimestre. Consiste en una infección de las vías urinarias superiores causadas por gérmenes como Escherichia Coli, Proteus mirabilis, Klebsiella pneumoniae y enterobacter.
- Insuficiencia renal aguda: es un síndrome en el que surge la disminución súbita de la función de los riñones, habitualmente como consecuencia de un desprendimiento de placenta o placenta previa tras un choque hipovolémico, o por la complicación de una preeclampsia severa.
- Litiasis renal: es una complicación más bien rara en el embarazo, aunque el riesgo de sufrirla aumenta con la edad gestacional. Se produce como consecuencia de la cristalización de sustancias químicas en la orina.
¿Y qué ocurre con el análisis de la creatinina en orina?
Aunque el examen de creatinina en orina suele ser menos común que el análisis de la creatinina en sangre, lo cierto es que el de orina es común en pacientes que ya sufren algún tipo de enfermedad renal (o, por ejemplo, existe la sospecha de que podría estar padeciendo alguna patología de los riñones).
Es posible que se realice un análisis especial conocido como “aclaramiento de creatinina”, en el que el paciente debe recoger muestras de orina durante un total de 24 horas, lo que permite calcular la cantidad de creatinina que ha sido eliminada de la circulación sanguínea a su paso por el riñón, siendo posteriormente eliminada a través de la orina.