¿Sabías que el dolor de ligamentos es considerado como una de las dolencias más comunes del embarazo? Estas molestias, que suelen localizarse en la parte inferior del abdomen, tienden en realidad a afectar a muchas mujeres embarazadas.
Y pueden llegar a convertirse en motivo de alerta y consulta, especialmente cuando no se distingue claramente de las contracciones, por lo que la mujer teme que pueda estar frente al nacimiento del bebé, o una pérdida si este dolor aparece antes del tercer trimestre de embarazo.

Dolor de ligamentos al comienzo y al final del embarazo
Lo cierto es que el dolor de ligamentos puede localizarse en distintos niveles, dependiendo tanto de la morfología de la futura mamá como de la etapa de su embarazo.
Por ejemplo, cuando el dolor afecta a los ligamentos de la pelvis, lo más habitual es que surja en la zona lumbar y en los glúteos, e incluso en las piernas. Pero cuando el dolor afecta los ligamentos del útero, puede surgir tanto en la ingle como alrededor del útero.
¿Cómo se manifiestan? Lo más común es que surjan tirones constantes, que puedan llegar a limitar los movimientos de la embarazada, especialmente tanto al comienzo como al final de la gestación.
¿Cuándo aparecen los dolores de ligamentos en mujeres embarazadas?
Suele ser mucho más frente al final del primer trimestre de embarazo. El útero, sujeto a los huesos pélvicos por ligamentos, ha empezado a aumentar de volumen, y su peso, poco a poco, comienza cada vez a sentirse más en los distintos ligamentos.
Además, bajo el efecto de la relaxina, una hormona, los ligamentos se relajan y se estiran. Y esto es más habitual a medida que se acerca el momento del parto. De ahí que sea bastante habitual que el dolor de ligamentos, que había desaparecido en el segundo trimestre, reaparezca en la recta final, antes del parto.
¿Cuáles son las causas?
Como hemos visto, la principal causa tiene relación con el aumento de volumen del útero. Además, también se debe a lo que los médicos conocen como impregnación hormonal. Pero existen otros factores involucrados.
En ocasiones, cuando surgen tirones constantes en la parte inferior del abdomen, y la embarazada tiene la sensación de que el bebé pesa muchísimo, el dolor de ligamentos en el embarazo también puede surgir como consecuencia de una falta de magnesio.

Cuando esta es la causa, es posible que el médico recete magnesio, e invitar a la futura mamá a añadir a la dieta algunos alimentos con mayor contenido en magnesio, como las almendras, lentejas o incluso el chocolate negro.
También se debe tener en cuenta que el dolor de ligamentos puede acentuarse por la fatiga, los movimientos bruscos y el estrés. De ahí que sea esencial no agotarse con los movimientos, y evitar los esfuerzos.
¿Cómo aliviar el dolor pélvico del embarazo?
No existe una receta milagrosa que pueda ser capaz de detener el dolor de ligamentos. Es más, pueden aparecer y desaparecer en cualquier momento a lo largo del embarazo, dado que el útero continúa creciendo al mismo ritmo que crece el bebé.
Por suerte, es posible adaptar el ritmo de vida para evitar que el dolor de ligamentos se vuelva bastante molesto. Basta con seguir algunos de los consejos que te proponemos a continuación:
- Practicar una actividad física suave, como caminar o incluso el yoga prenatal.
- Evitar llevar cosas pesadas.
- Utilizar cinturones de soporte de maternidad debajo de la ropa.
- Seguir una alimentación equilibrada, con alimentos ricos en magnesio.
- Deslizar una almohada de lactancia entre las piernas cuando se duerme.
- Mantener una hidratación adecuada.
- Optar por zapatos flexibles y planos, más cómodos que los tacones.
Por lo general, el dolor de ligamentos que surge durante el embarazo desaparecerá después del parto. Esto es lo que habitualmente ocurre con el dolor que causa tensión en el útero, perineo, en la parte baja de la espalda y la parte superior de los muslos. Pero es posible que el dolor de espalda persista. En caso de duda, es recomendable hacer reposo (sobre todo cuando el dolor es muy intenso), y comunicárselo al médico.