La miel en el embarazo: ¿qué debes saber?

Es cierto que contiene algunas sustancias muy interesantes para las mujeres gestantes como ácido fólico, pero es un alimento compuesto sobre todo por azúcar, y eso hace que no sea tan recomendable su ingesta como muchas personas todavía se creen.
¿Es seguro comer miel en el embarazo?

Difícil debate este de la miel y el embarazo. En general es extensivo a la miel en la dieta, más allá de la gestación. ¿Por qué? Porque está muy rica, porque es cierto que tiene algunos nutrientes muy interesantes, pero, por otro lado, está compuesta en su mayoría por azúcar -un 82% concretamente-. Es un edulcorante natural, pero edulcorante al fin y al cabo. 

Y ya sabrás a estas alturas de la película si te gusta mínimamente el tema de la alimentación y los hábitos saludables que el azúcar de la miel tampoco es saludable. 

No es como el presente de forma natural en los alimentos, como es el caso del plátano o los dátiles, por ejemplo.

Por lo tanto, aunque puedas leer a menudo las bondades de la miel y su capacidad casi milagrosa para curar catarros y resfriados como remedio casero -como mucho ayudan a aliviar los síntomas en la garganta, pero nada más-, no es un alimento que podamos recomendar en exceso.

No se puede esconder que tiene, en pequeñas cantidades, minerales como potasio, calcio, magnesio, fósforo, y vitaminas del grupo B y vitamina C, pero todos ellos se pueden extraer de otros alimentos que los presentan en cantidades más altas y sin la presencia tan protagonista del azúcar en ellos. 

También contiene ácido fólico, sustancia fundamental en las embarazadas, de ahí que si tienes que tomar un edulcorante, siempre es mejor que sea la miel antes que el azúcar tradicional, del que tu organismo no puede sacar nada bueno.

Miel en el embarazo

¿Puede tomarse?

Pero no, la miel no es tan buena como la pintan. Ni siquiera la natural, la que no contiene otros productos extra, algo de lo que puedes asegurarte leyendo bien el etiquetado -es mejor que la industrial, por supuesto, pero no quiere decir que sea un alimento saludable-. 

Prueba de que no es tan buena como muchas veces se pinta es que es un alimento totalmente prohibido para diabéticos, y durante el embarazo se debe prestar atención especial al consumo de azúcar, porque existe el riesgo de desarrollar una diabetes gestacional.

Miel en el embarazo

No significa esto que su consumo esté prohibido o se deba restringir hasta la mínima expresión. Depende, por ejemplo, de cómo te alimentes a lo largo del día para poder tomarte alguna licencia extra con la miel si te gusta muchísimo. Esto es, no es lo mismo llevar una dieta saludable, compuesta sobre todo por productos frescos, frutas y verduras especialmente, que incluir en ella productos ultraprocesados de forma recurrente. 

En este último caso, la miel se suma a todos los hábitos negativos que ya tienes adquiridos y que, especialmente durante el embarazo, es recomendable cambiar lo antes posible para proteger tu salud y también la del feto.

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