Puede que la pandemia de COVID-19 nos suene ya lejana, pero convivimos con esta enfermedad respiratoria causada por el virus SARS-CoV-2. No en vano, hace pocos días, te dimos la clave de los pediatras de la Asociación Española de Pediatría para evitar ingresos hospitalarios de los niños este otoño por una infección respiratoria, y se hacía referencia al COVID. Se siguen contagiando también mujeres embarazadas, de ahí que la ciencia siga interesada en conocer qué efectos puede tener en el feto que su madre se pase el COVID-19 durante la gestación. En los últimos días se han publicado dos estudios muy interesantes, uno de ellos en la prestigiosa revista Nature.
Este estudio publicado en Nature profundiza en la relación entre el contagio por COVID-19 de la madre durante el embarazo y el desarrollo de cardiopatías congénitas y otros problemas de salud en los fetos.
La investigación, titulada ‘Asociación entre una mayor incidencia de cardiopatías congénitas en recién nacidos y la infección materna por COVID-19 durante el embarazo’, se llevó a cabo incluyendo dos grupos de mujeres: madres infectadas con COVID-19 durante el embarazo y un grupo de control de mujeres embarazadas que no se infectaron con COVID-19. Todas ellas dieron a luz entre enero de 2023 y diciembre de 2023 en el Hospital de Medicina Tradicional y Occidental Integrada de la Provincia de Shanxi (China).

Para desarrollar la investigación, “se recopilaron y analizaron datos sobre las características maternas, las complicaciones relacionadas con el embarazo y los resultados del recién nacido”, explican los firmantes, y también se estudiaron las tendencias a largo plazo.
Los investigadores del estudio concluye que “no se encontraron diferencias significativas entre los casos de COVID-19 y el grupo de control” en la mayoría de los términos analizados, y tampoco en sus respectivos bebés recién nacidos. Sin embargo, advierten sí observaron una prevalencia “significativamente mayor de anomalías en la ecografía cardíaca en el grupo de COVID-19 (10,08%) en comparación con el grupo de control (4,13%, p = 0,012)”.

El patrón de contagio de la mayoría de los casos
Un análisis posterior dio otro resultado llamativo, dando lugar a un patrón en el contagio de las madres.
En concreto, el análisis reveló que “la mayoría de las anomalías cardíacas en el grupo de COVID-19 ocurrieron en madres infectadas antes de las 8 semanas de embarazo”, señalan los investigadores.
El número de recién nacidos con patologías congénitas y madres contagiadas incluidos en el estudio son 12, una muestra limitada porque se circunscribe a un único hospital, pero 11 de los 12 tienen madres que se contagiaron de la enfermedad antes de la semana 8 de la gestación. El otro caso es el de un bebé cuya madre se contagió en la semana 23.
Por este motivo, los investigadores consideran “esencial realizar más investigaciones para confirmar estos resultados y desarrollar intervenciones eficaces para proteger la salud materna e infantil frente a futuros desafíos de salud pública”.
En cualquier, lo que demuestra este estudio es que la infección materna por COVID-19 durante el embarazo sí puede afectar negativamente al desarrollo del corazón del recién nacido. “Los hallazgos subrayan la importancia de la atención prenatal vigilante y la detección temprana de anomalías cardíacas durante la pandemia y sugieren la necesidad de más investigaciones para explorar posibles mecanismos y estrategias de intervención”, insisten los investigadores.

Otro estudio señala que no tiene impacto neurológico
En la misma semana que se ha publicado el estudio de la revista Natura se ha hecho pública otra investigación sobre la incidencia del COVID-19 durante el embarazo en el feto.
Publicado en JAMA Network, el estudio se titula ‘Exposición intrauterina al COVID-19 materno y desarrollo neurológico de los hijos hasta los 24 meses de edad’, y sus resultados son positivos, puesto que no encuentra relación entre ambas variables.
Los investigadores señalan que “la exposición materna a la COVID-19 no se asoció con resultados anormales en las pruebas de detección del desarrollo neurológico hasta los 24 meses posteriores al parto”.
Es decir, a falta de nuevos estudios que puedan demostrar lo contrario o reforzar los resultados de esta investigación, el COVID-19 durante el embarazo no tendría impacto en el desarrollo neurológico del feto ni del recién nacido durante sus primeros dos años de vida. Estas conclusiones apuntan, por lo tanto, que no parece que los nacidos en pandemia puedan tener problemas de neurodesarrollo.
Sin embargo, los propios investigadores concluyen que “es necesario continuar estudiando diversos grupos de niños porque, entre otros factores, la evidencia sugiere que el cerebro fetal en desarrollo es sensible a la activación inmunitaria materna”.