Uno de los problemas que pueden llegar en el posparto es la retención de restos de membrana en el útero, una situación que puede tener consecuencias potencialmente serias si no se trata adecuadamente.
En este artículo, exploraremos qué son los restos de membrana en el útero, sus causas y los síntomas.

¿Qué son los restos de membrana en el útero?
Los restos de membrana en el útero, también conocidos como restos de placenta o productos de la concepción retenidos, se refieren a fragmentos de tejido placentario o fetal que no se expulsaron completamente después del parto o el aborto. Estos fragmentos pueden quedar adheridos al revestimiento del útero (endometrio) y deben eliminarse para prevenir complicaciones. Por ello, tras el nacimiento del bebé, y la salida de la placenta es fundamente hacer una revisión exhaustiva de la placenta y de las membranas para comprobar la integridad de ambas.
Causas
- Fragmentación placentaria: En algunos casos, la placenta puede fragmentarse durante el parto, y es posible que algunos fragmentos queden atrás en el útero.
- Infecciones uterinas: Las infecciones uterinas pueden interferir en la capacidad del útero para eliminar por completo los tejidos después del parto o el aborto.
- Partos rápidos o tumultuosos: En partos muy rápidos o complicados, el útero puede no tener suficiente tiempo para eliminar todos los tejidos placentarios.
- Abortos incompletos: En los casos de aborto espontáneo o inducido, puede ocurrir una retención de restos de membrana.
Síntomas
En muchas ocasiones, la retención de las membranas se evidencia inmediatamente tras el alumbramiento de la placenta y se puede intentar resolver en este preciso momento. En otras ocasiones, no se sospecha hasta días después, presentándose con varios síntomas, que pueden incluir:
- Sangrado vaginal persistente: Uno de los signos más comunes es el sangrado continuo o intermitente después del parto o el aborto.
- Dolor pélvico: Algunas mujeres pueden experimentar dolor o molestias en la región pélvica.
- Fiebre: La presencia de infección puede causar fiebre y malestar general.
- Secreción vaginal anormal: Puede haber una secreción vaginal inusual o maloliente.
Es importante que las mujeres estén atentas a los síntomas y busquen atención médica si experimentan sangrado vaginal persistente, dolor pélvico, fiebre u otros signos preocupantes después del parto o el aborto. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden ayudar a prevenir complicaciones y asegurar una recuperación segura y completa. Siempre es esencial hablar con un profesional de la salud en caso de preocupaciones posparto para recibir la atención necesaria.