Navidad, Carnaval, talleres infantiles, Halloween, los cumpleaños que se suceden… las ocasiones para que los niños quieran disfrazarse deben ser muy responsables y cautos con el material que utilizan para ello.
“A la hora de evitar reacciones alérgicas cutáneas, es importante utilizar pinturas hipoalergénicas, aptas para niños y sobre todo, específicas para la cara”, explican desde Clínica Quirón, en una afirmación en la que se dan las dos claves fundamentales acerca de esta cuestión para evitar riesgos: utilizar pinturas diseñadas para la piel del rostro y que sean hipoalergénicas. Si se parte de esta base, buena parte del riesgo de que aparezca en el niño una reacción alérgica desaparece.
Además, es recomendable introducir algunos cortafuegos más durante el proceso de pintar la cara más allá de escoger un material adecuado. El primero y más importante es hacer una prueba con la pintura sobre el rostro del niño antes de llenarle la cara de pintura. “Es conveniente que hagamos una prueba en una pequeña zona del cuerpo, por ejemplo, en la muñeca, y comprobar que no le produce reacción (picor, enrojecimiento de la zona, ronchas, etcétera)”, aconsejan desde Quirón Salud.
Cómo evitar reacciones
Una vez que se descarta la reacción, los expertos recomiendan limpiar e hidratar bien la piel de la cara antes de pintarla. Y en el caso de los niños diagnosticados con atopía o dermatitis, desde Quirón Salud inciden en la importancia de que las cremas sean especiales para este tipo de pieles.
Después de la prueba y de este doble paso de limpieza e hidratación, que también se debe repetir al retirar la pintura de la cara, ya sí se puede proceder a pintar el rostro, para lo cual es recomendable que no solo las pinturas sean de garantías, sino que también lo sean los pinceles. Los mejores son los que están fabricados con pelo suave y, por supuesto, que estén muy limpios. Ante cualquier duda, mejor estrenar uno nuevo y dejarlo exclusivamente para pintar la cara del pequeño.
En caso de error al pintar la cara del crío, algo que es muy común, y al retirar el maquillaje, utilizar un desmaquillante que no provoque reacciones en la piel es otro de los escudos que se pueden aplicar contra la alergia derivada de la pintura infantil para la cara, y por último, en caso de que también vayas a utilizar brillantinas, purpurinas y otros complementos similares, debes asegurarte de su origen. Además, aunque no tenga que ver con la alergia, si las colocas cerca de los ojos, que es donde más se suelen poner junto con los pómulos, asegúrate de que no generan problemas oculares al niño.