"El virus del papiloma humano (VPH), es un virus muy presente entre nosotros. Al menos entre aquellos que tienen algún tipo de contacto sexual. Es la infección genital o de transmisión sexual más frecuente, y van a contraerla la mayoría de los hombres y mujeres activos sexualmente a lo largo de sus vidas", nos explica Dr. Ignacio Salamanca, coordinador de la Unidad de Investigación del Grupo IHP Pediatría.
El doctor nos desvela que "en la mayoría de los casos esta no produce ningún problema y desaparece de forma espontánea, pero se trata de un virus que produce infecciones recurrentes y que no va a presentar síntomas. El problema es que en muchos casos este virus permanece de forma crónica y puede evolucionar, dependiendo del tipo de virus de papiloma, produciendo lesiones benignas pero persistentes, como son las verrugas genitales, o bien, lesiones cancerígenas".
Dado que las relaciones sexuales entre adolescentes cada vez son antes, pero tienen mayor precaución, como padres estamos preocupados y concienciados sobre el virus del papiloma humano, causante del 70 % de los tumores malignos y premalignos del cuello de útero. "En el caso del adolescente, es crítico concienciarles de los riesgos a los que están expuestos en el inicio de su actividad sexual con una adecuada formación y educación", explica el Dr. Ignacio Salamanca, coordinador de la Unidad de Investigación del Grupo IHP Pediatría, quien nos explica la gravedad del asunto, cómo se contagia, cómo prevenirlo, la vacuna y todas las dudas del virus del papiloma humano:
¿Cuál es la gravedad del virus del papiloma humano?
Existe claramente demostrada una relación causal entre este virus y determinados tipos de cáncer. Existen más de 100 tipos de VPH, de ellos, 40 tipos de VPH pueden ser transmitidos a través de contacto sexual directo, de los cuales una docena se clasifican como tipos de alto riesgo, quiere decir que son oncogénicos (significa que son capaces de producir un tumor, especialmente un tumor maligno). La infección persistente de estos tipos causa alteraciones celulares que evolucionan hacia cáncer.
Por ejemplo, los tipos 16 y 18 son los causantes del 70 % de los tumores malignos y premalignos del cuello de útero y si sumamos el 31, 33, 45, 52 y 58 serían los responsables del 90% de los cánceres cervicales en todo el mundo. Además, también se ha demostrado que el VPH puede causar un porcentaje de cánceres de vulva, de vagina, de pene, de ano, de la boca y de la faringe.
Por el contrario, los tipos de bajo riesgo pueden causar verrugas genitales y papilomatosis respiratoria recurrente (PRR), pero generan cáncer en raras ocasiones, de ellos, los tipos de VPH 11 y 6, presentan bajo riesgo oncogénico pero son responsables de un 90% de las verrugas genitales.
¿Cómo se contagia? ¿Sexo con penetración, sexo oral, masturbación…?

La transmisión del virus se produce por contacto sexual, en este sentido el simple contacto directo con la piel o la mucosa de la zona genital es la forma de transmisión, esto puede ocurrir incluso con una persona infectada que no presenta ningún síntoma, lesiones externas o signos aparentes.
No es necesaria la penetración y se puede transmitir en relaciones de sexo oral, anal…en cualquiera en la que haya contacto piel con piel o piel con mucosas.
También puede transmitirse de la madre al recién nacido (transmisión vertical) al pasar por el canal del parto.
El mayor riesgo de infección es al comienzo de la actividad sexual y la probabilidad de infección aumentará en función del número de compañeros sexuales, el inicio precoz de relaciones sexuales, ser sujetos de alto riesgo o la promiscuidad sexual y la no circuncisión masculina.
¿A quiénes afecta?
Alrededor de 8 de cada 10 personas se infectarán por VPH en algún momento de su vida.
El VPH es la infección de transmisión sexual más común, se estima que entre un 75% y un 80% de las personas sexualmente activas se infectarán por este virus en algún momento de su vida, normalmente poco después del inicio de la actividad sexual.
Tanto la mujer como el hombre pueden contraer la infección y transmitirla.
¿Cómo se detecta el virus del papiloma humano?
Hay diferencias según se trate de hombres o mujeres.
Las mujeres tienen establecidos sistemas de detección precoz (screening) en las consultas regladas y programadas de ginecología. En estas consultas se realizan pruebas de detección periódicas y seguimiento de los resultados. Hay dos pruebas de detección que posibilitan la prevención y/o detección del cáncer de cuello de útero desde etapas iniciales:
• La prueba de Papanicolaou (o citología vaginal) para identificar las lesiones precancerígenas, cambios en las células del cuello uterino que pueden convertirse en cáncer si no se tratan en forma adecuada.
• La prueba del VPH identifica el virus (virus del papiloma humano) causante de los cambios celulares que producen las lesiones cancerígenas.
En el caso de los hombres, en la mayoría de los casos no están establecidas visitas de control; tampoco se recomiendan pruebas rutinarias de detección de la infección de VPH previas a la aparición de síntomas o lesiones de cara a detectar cánceres de pene, ano o cabeza y cuello. Esto tiene como consecuencia que cuando las lesiones aparecen en el hombre lo hacen como lesiones cancerígenas evolucionadas, siendo el pronóstico peor que si hubieran sido detectadas previamente.
¿Qué consecuencias tiene el virus del papiloma humano?
Cada vez hay más información sobre el papel del VPH en el origen del desarrollo de ciertos tipos de cáncer que afectan a ambos sexos. Principalmente, el VPH va a producir el cáncer de cuello de útero (CCU), siendo el cuarto más común en las mujeres.
El VPH es causa necesaria para el desarrollo del cáncer de cuello de útero. Aunque este cáncer es evitable, según datos recientes, el cáncer cervical es el cuarto cáncer más común en las mujeres de todo el mundo. Se estima que anualmente se diagnostican 528.000 nuevos casos y fallecen más de 266.000 mujeres por esta enfermedad a nivel mundial.
La carga de cánceres atribuidos al VPH en Europa es relevante, tanto en hombres como en mujeres. Se estima que a nivel europeo anualmente surgen 53.013 cánceres atribuibles al VPH, añadiéndose a esta lista otros tipos de cánceres distintos al de cuello de útero, como son el cáncer anal (tanto en hombres como en mujeres), el cáncer de pene, y cáncer de garganta (orofaringe). Es en el hombre donde se está observando mayor aumento en la incidencia de este tipo de cánceres.
¿Cómo se puede prevenir?
Se pueden valorar distintas medidas para reducir su riesgo de contraer el VPH y las enfermedades relacionadas con este virus:
La principal es la vacunación. La vacuna contra el VPH es segura y eficaz. Puede proteger a las mujeres y a los hombres contra las enfermedades causadas por el VPH (incluso el cáncer) cuando se administra a las edades recomendadas. Siendo la ideal la previa al inicio de la actividad sexual y estando actualmente financiada para las niñas de 12 a 14 años y existiendo una recomendación por parte de la Asociación Española de Pediatría, tanto para niños y niñas, desde los 12 años.
Otras medidas preventivas, con desigual impacto serían; la abstinencia absoluta; la monogamia mutua de por vida, siempre y cuando los dos miembros de la pareja sean monógamos, pues si uno no lo fuera ambos estarían en riesgo de contraer la infección por VPH; la circuncisión solo protegería de forma parcial; y el uso del preservativo puede reducir el riesgo, pero no protege en su totalidad. Habría que usarlo de forma correcta cada vez que se tenga relaciones sexuales. Esto puede reducir sus probabilidades de contraer cualquier infección de trasmisión sexual, incluida la infección por el VPH. Sin embargo, el VPH puede infectar zonas no cubiertas por el condón, por lo que los condones pueden no ofrecer una protección total contra el VPH.
¿Cuántos afectados se calculan que hay en España del VPH entre los adolescentes?
En los adolescentes las lesiones cancerígenas son infrecuentes porque se desarrollan muy lentamente, y lo normal es que no se diagnostiquen hasta pasados años, o incluso décadas, después de que una persona se infecte con el VPH.
Sí son detectables y más frecuentes las verrugas genitales: lesiones en forma de pequeños bultos o grupos de bultos que aparecen en la zona genital. Estas verrugas pueden tener distintos tamaños y formas (pequeñas o grandes, abultadas o planas, o con forma de coliflor). Pueden desaparecer, quedarse igual o aumentar en tamaño o cantidad. Estas verrugas tienen tratamientos, que suelen ser lentos en el tiempo pudiendo volver a aparecer, incluso después del mismo.
Si parece observarse un aumento de este tipo de lesiones, así como un inicio cada vez más temprano de las actividades sexuales en la adolescencia y de la diversidad de las mismas.
¿Qué tratamiento tiene una vez que se confirma el virus?
En el caso de las pruebas de detección en mujeres. Si la prueba indica resultados anormales, el médico determinará la forma de seguimiento posterior. Estas pueden determinar que se tengan lesiones premalignas, que las hay en distintos estadios, indicar que haya presencia de células anormales que pueden convertirse en cáncer estableciéndose distintos tipos de tratamiento para intentar evitar que se transformen en células cancerígenas.
En el caso de los hombres, que no tienen establecidos programas de detección, o de las mujeres que no acuden a estos es importantísimo acudir a su médico en el momento en el que se detecte lesiones externas en las zonas genitales de cara a obtener un diagnóstico lo antes posible y determinar el tratamiento adecuado en cada caso.
¿Qué diferencias hay entre la vacuna nonavalente y la vacuna anterior con el virus del papiloma humano?
GARDASIL®9 protege frente a 9 tipos de Virus del Papiloma Humano (VPH), en concreto los tipos 6, 11, 16, 18, 31, 33, 45, 52, 58. Esta vacuna respecto a las preexistentes, protege frente a 5 tipos de VPH más que la tetravalente y 7 más que la bivalente, siendo la única vacuna nonavalente frente a VPH disponible.
Esta vacuna nonavalente ofrece una cobertura más amplia de protección de tipos de VPH respecto a las otras dos vacunas frente al VPH disponibles antes de Gardasil 9. La inclusión de cinco tipos adicionales de VPH, permite aumentar la protección a casi el 90% de las infecciones por VPH responsables del cáncer cervical, el 96% de cáncer anal, el 85% de cáncer vaginal y el 87% para los cánceres vulvares y también un alto porcentaje de lesiones precancerosas, así como verrugas genitales.
Está indicada para la inmunización activa de mujeres y hombres a partir de 11-12 años de edad.
¿Cómo podemos concienciar a los jóvenes de este virus?
En el caso del adolescente, es crítico concienciarles de los riesgos a los que están expuestos en el inicio de su actividad sexual con una adecuada formación y educación, se hace necesario que esta información les llegue, a ellos y a sus padres, desde el máximo número de fuentes cercanas posibles, como la escuela, educadores y profesionales sanitarios; estas deben ser vías de transmisión de información fiables, contrastadas y veraces algo indispensable en aquellos mensajes que transmitan los medios de comunicación y redes sociales.
Es fundamental informar de la cada vez más frecuente incidencia de infección por el virus del papiloma humano, la importante y grave carga de enfermedad que trae consigo esta infección y los medios a nuestro alcance para evitarlos como es la prevención mediante vacunas eficaces y seguras.
Se abren nuevas oportunidades en la lucha contra el virus del papiloma humano como es aumentar las coberturas de vacunación en las niñas que disponen de esta vacuna financiada, ampliar la vacunación a los varones y otras edades o grupos de riesgo, como hacen otros países, y tener disponible una vacuna frente a nueve tipos del virus. Estos son pasos necesarios en el camino para un futuro en el que logremos reducir el impacto y carga de enfermedad que causa en el mundo la infección por el virus del papiloma humano.