Ser Padres

¿Son los peces una buena mascota para los niños?

Aunque no permiten el contacto directo, son una muy buena oportunidad para fomentar la autonomía de los más pequeños de la casa. Te contamos por qué.

Una vez se ha decidido de forma consensuada, en la medida de lo posible, ampliar la familia acogiendo a un animal en casa, toca decidir qué especie es la más adecuada en función de vuestros gustos, vuestras posibilidades y la edad de los peques. ¿Habéis valorado la opción de los peces?
Cada animal tiene sus pros y sus contras a la hora de introducirlos en una casa con niños. Los peces, por ejemplo, no permiten el contacto directo por razones obvias, lo cual limita que los niños interactúen con ellos como sí pueden hacer con mamíferos, roedores y lagomorfos (conejo), por ejemplo.
Sin embargo, es indudable que también ofrece ventajas a tener en cuenta con respecto a perros, gatos, hámsters y demás mascotas típicas en las casas con peques. Algunas para los adultos pero también varias para los niños.

Ventajas de tener peces

Desde el punto de vista de los adultos de la casa, los peces son una muy buena manera de aproximarse al mundo animal si nunca habéis tenido mascotas porque son animales nada invasivos: no hacen ruido, no ocupan apenas espacio y todos los cuidados los requieren en el mismo espacio, el del acuario. Además, tampoco hay que adiestrarles en nada y el coste de mantenimiento es relativamente barato comparado con el otras especies.
Pero todo esto no son más que ventajas materiales y económicas al fin y al cabo, y cuando adoptáis una mascota hay un componente más importante a valorar: cómo puede repercutir para bien en los peques de la casa.
En este sentido, apostar por un acuario tiene una ventaja esencial: los niños, a partir de una determinada edad, pueden hacerse responsables del cuidado y del bienestar de los peces de forma autónoma. Evidentemente, hay que supervisar y controlar lo que hacen para garantizar que los animales están bien, pero una vez se les enseña cómo mantenerlos y en qué condiciones, pueden hacer por ellos mismos muchas de las tareas rutinarias que requieren estos animales. La de alimentarles, sin ir más lejos, es un muy buen ejemplo de ello, pero también limpiar las algas flotantes, comprobar si los peces tienen un aspecto saludable, si se comportan como es habitual en ellos o si hay que apagar o encender la luz del acuario, entre otras.

Interés por el mundo marino

A esto hay que añadir algo evidente, y es que a los niños todos los mundos ajenos a ellos les llaman muchísimo la atención, y el marino es muy ajeno. Pensad en su reacción al visitar un acuario grande: se quedan alucinados. Pues en menor escala esto es lo que les sucederá si optáis por los peces como mascota, que su interés y su motivación se activará ipso facto.
En definitiva, entre las facilidades y comodidades que supone elegir a los peces como mascota para los adultos y la oportunidad que representa para los peques, no hay lugar a dudas de que los peces sí son una buena elección como mascota si hay niños en casa siempre y cuando escojáis los más adecuados para ellos -poneros en manos de un especialista antes de comprar- y potenciéis su autonomía poniendo el acuario y lo que necesiten en un lugar accesible y les enseñéis y superviséis todos los cuidados básicos que necesitan estos animales.
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