Las 8 claves de la crianza con apego

La crianza con apego promueve un vínculo seguro entre padres e hijos, fortaleciendo el desarrollo emocional y físico desde el nacimiento.

La crianza con apego es un enfoque que busca fortalecer los lazos emocionales entre padres e hijos, promoviendo el desarrollo emocional y físico de los pequeños. A través de prácticas como el contacto piel con piel, la lactancia y el respeto por sus necesidades, se fomenta un ambiente seguro y amoroso donde el niño puede crecer y aprender con confianza.

Estas son las claves fundamentales para una crianza con apego saludable.

  1. Lazos afectivos desde el nacimiento
    La unión piel con piel con el bebé desde el mismo nacimiento fomenta un vínculo temprano. Las horas y días posteriores al parto son un periodo sensible en el que tanto la madre como el bebé necesitan proximidad y contacto físico.
  2. Lactancia materna
    La lactancia es el alimento más completo para el recién nacido y proporciona consuelo y un contacto único entre madre e hijo. Además de nutrir, fortalece el vínculo afectivo y es un componente esencial en el desarrollo del apego seguro.
  3. Llevar al bebé en brazos
    Los bebés llevados en brazos están en contacto directo con sus padres, lo cual los hace sentir protegidos y menos estresados. Permanecen en un estado de vigilia tranquilo, adaptándose mejor a su entorno.
  4. Dormir cerca del bebé
    Dormir en la misma cama o cerca del bebé es una práctica adoptada por muchas familias. Este tipo de proximidad reduce la angustia de separación durante la noche, permitiendo que el bebé descanse mejor.
  5. Reconocer el llanto como forma de comunicación
    El llanto es la manera que tiene el bebé de comunicarse. No llora por capricho, sino porque necesita algo. Atender su llanto no solo implica cubrir sus necesidades básicas, sino también ofrecerle seguridad y consuelo a través del contacto y el afecto.
  6. Cuidado en el enfoque educativo
    Educar no es adiestrar. Los niños necesitan aprender lo que es bueno para ellos, más allá de simplemente obedecer. Es importante que el estilo de crianza sea flexible y adaptable a sus necesidades, evitando normas rígidas que no respeten su desarrollo natural.
  7. Mantener un equilibrio
    Encontrar un equilibrio es esencial en la crianza. Aunque se deben priorizar las necesidades del niño, esto no significa dejarles hacer todo lo que quieran. Aplicar el sentido común y la lógica ayuda a crear un entorno respetuoso y equilibrado.
  8. Papá y mamá: una crianza compartida
    La crianza es responsabilidad de ambos padres. Involucrarse activamente en el cuidado, educación y valores del hijo fortalece el vínculo familiar y fomenta un ambiente de apoyo y respeto. La compenetración entre ambos padres es clave para un vínculo familiar sólido y una crianza saludable.

Recomendamos en