Cómo es el parto vaginal después de una cesárea
La probabilidad de conseguir un parto vaginal tras cesárea ronda el 75%. Te contamos cómo se hace y qué riesgos y ventajas tiene.
Después de dar a luz por cesárea, son muchas las mujeres que cuando vuelven a quedarse embarazadas desean tener un parto vaginal. Unas, porque les gustaría vivir esa experiencia y otras, porque tienen un recuerdo tan triste y amargo de la cesárea y su recuperación, que no quieren volver a pasar por lo mismo.
Hace años era difícil que estas mujeres encontraran en su entorno el apoyo necesario para intentar un parto vaginal, por falta de información y porque muchos profesionales les hacían creer que la opción de la cesárea repetida e incluso programada era más segura.
Sin embargo, actualmente, se sabe que esta idea es falsa y cada día son más los hospitales que recomiendan el parto vaginal después de una cesárea.
Cuando una gestante opta por intentar un parto vaginal tras una cesárea, lo ideal es que el parto se desencadene espontáneamente.
Más vigilancia en el parto
- Las mujeres que optan por intentar el parto vaginal tras cesárea son monitorizadas de forma continua para controlar la intensidad de las contracciones uterinas.
- Los fármacos que aumentan la intensidad de las contracciones no son recomendables.
Con una cesárea previa se puede inducir el parto, pero si se hace hay que tener mucho cuidado.
La oxitocina se puede administrar, teniendo en cuenta que la velocidad máxima de perfusión es menor que en mujeres que no han tenido una cesárea previa, y que el aumento de la dosis de oxitocina se debe hacer de una forma mucho más lenta para minimizar el riesgo de rotura uterina.
La maduración cervical con prostaglandinas en caso de cérvix desfavorables no está muy aconsejada.
Ventajas del parto vaginal
Tras el parto vaginal, lo habitual es que la madre y el bebé no se separen y estén en contacto piel con piel.
Sin embargo, en la mayoría de los centros durante la recuperación posquirúrgica la madre no está en contacto con bebé.
Afortunadamente, esta costumbre esta cambiando y en algunos hospitales, como en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, la madre puede hacer piel con piel tanto en caso de parto vaginal como de parto por cesárea, si las circunstancias de la madre y el recién nacido lo permiten.
- Un parto vaginal permite retomar antes las actividades diarias, puesto que la recuperación es mucho más rápida al no haber una cirugía mayor.
- La mortalidad materna es menor, y el recién nacido tiene más probabilidades de adaptarse mejor a la vida extrauterina desde el punto de vista respiratorio.
Riesgos del parto vaginal tras cesárea
Algunas cesáreas repetidas se realizan porque hay amenaza de rotura uterina, pero, afortunadamente, este riesgo es muy bajo, entre 0.32 % y 0.47%.
El riesgo es mayor (4.8% según algunos estudios) cuando han pasado menos de 18 meses desde la última cesárea hasta el momento del parto.
Conviene hacer de nuevo la cesárea
- si la madre lo decide
- cuando hay contraindicación clara de parto vaginal
- en caso de placenta previa
- con presentación podálica
- en situación transversa del feto
- si existen anomalías en el canal de parto
- en caso de herpes genital activo
- por antecedente de rotura uterina
- tras tres cesáreas o más