Ruxanda Ghemis, empresaria, publicista y autora del libro Maternidad sin filtros, donde habla de las luces y sombras en su historia como madre primeriza, asegura en sus páginas que no volveremos a descansar como lo hacíamos antes tras la maternidad. "Cuando se ha despertado cada veinte minutos y decide empezar el día a las seis de la mañana, tú estás agotada y aún así piensas en salir a la calle con el bebé colgando en el porteo".
"No descansar, sobre todo no hacerlo seguido, me estaba afectando claramente a la salud física y mental, y siempre me encontraba baja de ánimos, con la memoria de Dori de Buscando a Nemo, la concentración justa para pasar el día y una buena dosis de ansiedad y falta de motivación", reconoce la autora. "En definitiva, lo que me pasaba es que estaba agotada, cansada, saturada de no poner nunca en pausa mi cuerpo y mi mente. Además, no parar de decirme a mí misma que no estaba preparaba y que no era buena madre no me estaba ayudando a salir del bucle, sino todo lo contrario".
El cambio depende de ti
Con estos antecedentes, Ghemis nos invita a tomar conciencia de ello. Evidentemente no será de la noche a la mañana, pero poco a poco comprenderemos que es esa negatividad que proyectamos en nosotras mismas y en nuestra vida es la que nos hace no salir del bucle; porque el cambio depende de una misma.
No te compares, no es una ciencia exacta
"No me gustaría que ningún dato te hiciera compararte o pensar que tu peque a tal mes ya empezará a dormir mejor y tú irás descansando más, que es algo que yo siempre hacía al principio cuando otros padres me decían Ya verás que a los tres meses hay un cambio y dormirá mejor o Ya verás que a los nueve sí lo notarás. Y al final, cada peque es tan diferente..."
Y nos propone no creernos a nadie, "porque esto no es una ciencia exacta", "tu peque tiene ritmos, su carácter, su proceso de adaptación a la vida exterior, así que te digan lo que te digan, es poco probable que sea aplicable a tu caso".
Y asegura que, sin embargo, un día sucede, sea cuando sea: "Es progresivo, madurativo. Ley de vida. Dejan de ser una lapita, se empiezan a consolidar como seres independientes, poco independientes, pero algo más que los primeros meses, y, bueno, empiezas a tener días de todo".
En definitiva, matiza que es natural que no vaya todo rodado desde la primera noche. "Así suele ser durante algunos meses, hasta que ellos, poco a poco, evolucionan. Mientras, tú vas aprendiendo también tu nuevo rol de madre y te habitúas a poner las cosas en una balanza", reitera.
Y concluye que, aunque muchas veces el cansancio intente ganarnos por dentro, también somos capaces de valorar lo afortunadas que somos de ser sus madres: "Poder sentir cómo se duerme encima de mí cada noche, cómo me toca la cara con sus aún diminutos dedos, cómo me busca cómplice con la mirada... Estaré cansada pero sé que esto lo es todo para mí. Absolutamente todo".
TAMBIÉN LEE:
- Consejos para acabar con el sentimiento de culpa en la maternidad
- Por qué las madres tienden a sentirse culpables
- Grupos de apoyo a la lactancia: ¿para qué sirven? ¿cómo me puede ayudar?