Ensayos recientes cuestionan la eficacia del pesario para evitar el parto prematuro

Un estudio compara el uso del pesario con la atención médica estándar en la prevención de partos prematuros.
El proceso de trabajo de parto a término y prematuro es diferente

Un estudio revela, que el pesario quizás no es la mejor opción para evitar los partos prematuros.

Esto se debe, a que el cuello uterino o cérvix mide, en circunstancias normales unos 30 milímetros de largo, pero cuando el parto se pone en marcha, se acorta hasta borrarse y este se dilata después.

De hecho, si el cérvix se acorta durante el embarazo, hay muchas posibilidades de que se produzca un parto prematuro. Por eso, para conocer el riesgo de parto pre-término, el ginecólogo suele medir la longitud del cuello uterino mediante una ecografía trasvaginal entre las semanas 18ª y 23ª.

El cuello uterino corto provoca que la musculatura del útero no tenga fuerza para retener el peso que supone el embarazo, desencadenando así que el parto se produzca antes de tiempo. Cuando la mujer tiene cuello de útero corto, el problema inicial es que no suele dar síntomas, es decir, la mujer solo sabe que tiene el cuello de útero corto y tiene riesgo de parto prematuro al hacerse una ecografía.

Hasta hace poco, cuando se detectaba que la embarazada tenía el cuello uterino corto, se le recomendaba un tratamiento para intentar prolongar la gestación

Los más comunes hasta ahora eran el reposo absoluto; el cerclaje, una técnica que consiste en coser el cuello con un punto para evitar que se abra antes de tiempo y la administración de la hormona progesterona, y por últimos, del que te venimos a hablar: un dispositivo llamado pesario.

El pesario

El pesario: eficacia probada

El pesario, un dispositivo de silicona destinado a reducir el riesgo de parto prematuro en mujeres con cuello uterino corto, fue objeto de un estudio financiado por los Institutos Nacionales de la Salud que arroja resultados sorprendentes. 

El ensayo aleatorizado multicéntrico, dirigido por Matthew K. Hoffman, M.D., M.P.H., de ChristianaCare, Newark, Delaware, y sus compañeros del NICHD, ha concluido que este dispositivo no es más efectivo que la atención médica estándar en la prevención de partos prematuros.

El estudio incluyó a 544 participantes embarazadas con riesgo de parto prematuro debido a un cuello uterino corto. Algunas recibieron el pesario, mientras que otras recibieron atención médica habitual. Sorprendentemente, no hubo una diferencia significativa en la tasa de partos prematuros entre los dos grupos.

Mujer embarazada - Pexels

Sin embargo, el aspecto más preocupante del estudio fue el riesgo de muerte fetal o neonatal, que fue inaceptablemente alto en el grupo de pesario en comparación con el grupo de atención habitual. La muerte fetal o infantil ocurrió con 13,3 % en el grupo de pesario y 6,8 % en el grupo de atención habitual. Esto plantea serias dudas sobre la seguridad y eficacia del pesario como opción de tratamiento. 

Los autores del estudio señalan que el grupo de atención habitual tenía más probabilidades de recibir un cerclaje cervical, lo que podría haber influido en los resultados. 

En última instancia, estos hallazgos subrayan la importancia de seguir investigando y evaluando las opciones de tratamiento para el riesgo de parto prematuro y la necesidad de una atención médica personalizada en estos casos.

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