Cómo cuidar la salud mental de las madres en seis pasos, según una psicóloga
Dicen que para cuidar bien, primero hay que cuidarse. Si la salud mental de la madre no está bien, la de los hijos no estará bien. Así podemos cuidarla.

Por salud materna entendemos la salud y bienestar de las mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio. Teniendo en cuenta que la OMS estima que el 25% de las embarazadas experimenta algún tipo de malestar de carácter psíquico y una de cada cinco madres va a padecer un trastorno de salud mental durante el embarazo y el primer año tras el parto es importante hablar de esto. Como también lo es, empezar a desarrollar y defender una atención al embarazo, parto y posparto de calidad.

Shot of a young woman bonding with her baby girl at home
Oímos constantemente decir eso de “si la mamá no está bien, los hijos tampoco” o aquello otro de “si tú estás bien, todo va bien”: Y, siendo cierto que es necesario que la madre esté y se sienta bien, es también cierto que la responsabilidad de que las madres se sientan bien no es de ellas, porque entonces no solo aumentamos cargas y culpas, también quitamos responsabilidad a todos los demás sistemas que orbitan alrededor de la madre o que forman parte de la familia. Las madres no tienen que cuidarse solas, tienen que ser cuidadas.
Cómo cuidar la salud mental materna en seis pasos
Por eso, hoy, en el día internacional de la Salud Mental Materna, lo que queremos es ofreceros seis trucos para que desde casa y/o con las mamás que tengáis cerca, podemos poner nuestro granito de arena en su Salud Mental:
- Escuchar a las madres: Ibone Olza señala cómo “no se puede ayudar a las madres sin escucharlas primero, sin preguntarles qué necesitan o cómo se sienten”. Es una constante la sensación que las madres comunican en terapia de no tener con quién hablar, no sentirse escuchadas y, a la vez, sentir que todo el mundo da consejos, recomendaciones y opina sobre ella y sobre el estilo de crianza. Si quieres acompañar y ayudar a una madre, el primer paso es preguntarle qué necesita, qué quiere o simplemente, escuchar todo lo que tenga que contarte.
- Asegurar su descanso: entendiendo el contexto de crianza en el posparto una de las claves más importante es asegurar que las madres puedan descansar, dormir. Y no va tanto de muchas horas, si no de alcanzar el sueño profundo en el que poder generar energía. La falta de horas de sueño tiene consecuencias físicas y emocionales en todas las personas, en mujeres en posparto el riesgo es mayor debido a su inestabilidad hormonal. Sea o no lactancia exclusiva, si tienes cerca una mamá haz lo posible porque su sueño sea reparador.

Descanso madre
- Contar con apoyo social: son muchos los estudios que como este realizado por Ortigosa en el que señalan la falta de apoyo social como uno de los factores de riesgo más importantes de cara a la debilitación de la Salud Mental materna. Maternar en soledad es uno de los principales problemas que las mujeres se encuentran. ¿El remedio? Crear tribu, buscar grupos de madres, de lactancia o de crianza.
- Informarse sobre qué es el posparto, qué implicaciones tiene a nivel físico y emocional para la mamá. La mejor manera de acompañar no solo es preguntar, es tener información fiable que derribe mitos.

Descripción de la imagen
- Que sus tiempos sean respetados: es frecuente que en terapia nos encontremos con madres desbordadas por las visitas, las llamadas y la presión social por volver a la normalidad como si no estuvieran criando, como si no estuvieran adaptándose a su nueva realidad.
- Corresponsabilidad: compartir los cuidados, las preocupaciones, la carga mental, las tareas del hogar. Saber cuándo balancear. La crianza es dura, cansada y exigente. Las tareas del hogar siguen presentes. Las madres no pueden solas, pero es que además, si la maternidad es un proyecto de pareja, no solo no pueden solas, no deben estar en esto solas.
Y aunque algunos de los trucos están muy focalizados en posparto, todos los demás son aplicables a todo el proceso de maternar y criar. Las madres cuidan, pero desde luego, como todas las demás personas, merecen ser cuidadas.