Desde inyecciones de bótox supuestamente preventivo a aumento de pecho como regalo de cumpleaños, es cierto que se cometen muchos abusos y se practica un consumo injustificado de la cirugía plástica y estética en la infancia y la adolescencia. De hecho, desde la Sociedad Española de Medicina Estética, han podido constatar que la edad media de acceso a este tipo de tratamientos en nuestro país ha bajado de los 35 a los 20 años en 2021.
La presión de las redes sociales lleva a algunas niñas a tener miedo a engordar cada día a edades más tempranas, el problema de la autoestima y las redes sociales tiene numerosas vertientes y sin duda el tema de la cirugía es una de ellas.
Y a pesar de ese abuso o ese consumo injustificado, es cierto que hay circunstancias y problemas que realmente sí necesitan de la cirugía plástica o estética, aquellos en los que los beneficios superan a los riesgos y en los que se mejora la calidad de vida del menor.
El Dr. Riba es especialista en Cirugía Oral y Maxilofacial, tiene formación específica en Cirugía Preprotésica, Implantología Avanzada, Cirugía Ortognática, Cirugía Oral, Traumatología Facial y Cirugía Plástica, es el fundador y director de Face Clinic.
Cirugía estética en niños y adolescentes, cuando es sí
Uno de los puntos fundamentales que señala el Dr. Riba es la importancia de evaluar la madurez emocional y la estabilidad psicológica del menor y después, los casos en los que la cirugía estética y plástica sí se practica y se recomienda en niños y adolescentes vienen determinados por una serie de pautas como son:
- Si hablamos de anomalías congénitas o defectos físicos, como puede ser un labio leporino o un paladar hendido. Son condiciones congénitas que afectan significativamente al menor.
- Si se trata de una otoplastia, lo que llamamos familiarmente “las orejas de soplillo”, se suele realizar con cierta frecuencia a partir de los 5 o 6 años, se corrige esta anomalía que puede influir negativamente en la autoestima del menor y se ayuda a mejorar la confianza en sí mismo.
- Si se trata de secuelas tras accidentes o traumatismos, porque haya que tratar cicatrices severas o deformidades que pueden afectar no solo a la apariencia física del menor sino también a su funcionalidad. En estos casos hablamos de “cirugía reconstructiva” para restaurar la apariencia y la función del área que se ha visto afectada.
- Si hablamos de problemas funcionales como ocurre cuando se produce un desarrollo excesivo del tejido mamario en niños (ginecomastia) que puede generar problemas de autoestima.
- Una rinoplastia cuando hay dificultades respiratorias, desviaciones o una nariz desproporcionada. En cualquier caso, a pesar de ser una de las intervenciones más demandadas por los adolescentes, siempre se valora cuando el adolescente ha alcanzado el desarrollo facial completo.
- El aumento de pecho es otro de los procedimientos más solicitados por adolescentes que suelen sentirse acomplejadas o por el tamaño o por la forma de sus senos y antes de esta intervención es esencial haber completado el desarrollo mamario.
La importancia de la madurez
Los profesionales de la cirugía plástica subrayan la enorme importancia que tiene la evaluación previa que se hace del paciente, de su madurez psicológica y también su madurez emocional antes de considerar la posibilidad de llevar a cabo una cirugía plástica o estética.
Se lleva a cabo una evaluación integral del caso teniendo en cuenta sus motivaciones, sus expectativas y su madurez psicológica y emocional y además, desde la clínica dirigida por el doctor Riba, desde Face Clinic, se ofrece apoyo psicológico, asesoramiento previo al adolescente y a su familia, así como seguimiento postoperatorio.
Es clave que el paciente y su familia entiendan todos los aspectos del procedimiento, tanto los beneficios como por supuesto los riesgos y cuales son las expectativas de los resultados para que estas realmente se ajusten a la realidad y no supongan un nuevo problema para el menor o para su familia.

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