La dermatitis atópica es una de las afecciones cutáneas más comunes en la infancia. Se estima que, según entidades médicas de referencia como la Asociación Española de Pediatría, que entre un 10% y un 20% de los niños en el mundo la padecen en algún momento, causando picor, irritación y, en muchos casos, un impacto significativo en su calidad de vida. Aunque existen tratamientos para aliviar los síntomas, la búsqueda de soluciones más efectivas y menos invasivas sigue siendo una prioridad para médicos y familias. Ahora, un nuevo estudio ha abierto una puerta a futuras investigaciones para avanzar en un hábito natural diario que podría marcar la diferencia en el alivio y tratamiento de esta dolencia.
La dermatitis atópica, un proceso inflamatorio de la piel “caracterizado por intenso prurito y piel seca, que presenta una evolución crónica y cursa en forma de brotes (Escarrer Jaume, M., & Guerra Pérez, M. T. 2019)”, es “la enfermedad crónica de la piel más frecuente en la infancia”. Afecta, según la AEP, al 15-20% de los niños. Además, es una cuestión que acompaña a quien la padece durante toda la vida adulta, de manera que se trata de una cuestión de salud de carácter global.
Por esta razón, la ciencia dedica esfuerzo y tiempo a estudiar la dermatitis atópica. De forma recurrente aparecen nuevos estudios sobre ella. El último es un estudio general con una potencial aplicación también en la infancia.

Una posible solución natural
El uso de tecnologías que no impliquen medicamentos o tratamientos agresivos es una línea de investigación en crecimiento, ya que muchos padres buscan alternativas naturales o menos invasivas para tratar las afecciones dermatológicas de sus hijos.
En este sentido, un estudio publicado en Frontiers in Immunology ha analizado los efectos del uso de duchas con burbujas ultrafinas en la reducción de los síntomas de la dermatitis atópica en un modelo experimental con ratones.
Aunque la investigación no se ha centrado específicamente en niños, sus hallazgos podrían tener aplicaciones interesantes en la infancia, ya que la piel de los más pequeños es especialmente sensible y requiere cuidados específicos.
Analizamos qué ha descubierto este estudio y cómo podría aplicarse en el futuro a la dermatitis atópica infantil.

Duchas con burbujas ultrafinas y su impacto en la dermatitis atópica
El estudio, que ha sido realizado por un equipo de investigadores liderado por A. Matsumoto y sus colegas de la universidad de Osaka (Japón), utiliza un modelo de dermatitis atópica en ratones para evaluar los efectos de las duchas con burbujas ultrafinas en la piel inflamada.
El experimento se llevó a cabo en dos grupos de ratones con síntomas de dermatitis atópica inducida. Un grupo recibió duchas con burbujas ultrafinas de manera regular, mientras que el otro grupo se sometió a duchas convencionales.
Los investigadores observaron los siguientes efectos en el grupo tratado con burbujas ultrafinas:
- Reducción significativa de la inflamación cutánea en comparación con el grupo control.
- Aumento de la hidratación de la piel, lo que ayudó a restaurar su función de barrera.
- Disminución de la producción de marcadores proinflamatorios, lo que sugiere que el tratamiento tenía un efecto directo en la respuesta inmunitaria de la piel.
Sin embargo, el estudio también encontró que estos beneficios fueron más pronunciados en los casos de dermatitis atópica causada por factores externos, como irritantes ambientales o alergias. Eso sí, en los casos en los que la dermatitis tenía un fuerte componente genético, los efectos fueron menos evidentes.

Conclusiones y posibles aplicaciones en la infancia
Aunque este estudio fue realizado en modelos animales, sus hallazgos abren la puerta a nuevas líneas de investigación en humanos, especialmente en el ámbito pediátrico.
La dermatitis atópica es una afección que puede ser difícil de manejar en los niños, ya que muchos tratamientos tradicionales incluyen corticosteroides u otros fármacos que no siempre son la primera opción que los padres desean utilizar.
Algunas posibles aplicaciones de este hallazgo en la infancia incluyen:
- Alternativa no invasiva para el cuidado diario de la piel: si se demuestra en futuras investigaciones su efectividad en estudios con niños, las duchas con burbujas ultrafinas podrían incorporarse como una estrategia complementaria en el tratamiento de la dermatitis atópica, ayudando a reducir la inflamación y mejorar la hidratación de la piel sin necesidad de recurrir a medicamentos.
- Uso en niños con piel sensible: los beneficios observados en la función barrera de la piel sugieren que esta tecnología podría ser útil no solo para niños con dermatitis atópica, sino también para aquellos con piel seca o propensa a irritaciones. Y también en la vida adulta, no solo en la infancia.
- Posible integración en tratamientos dermatológicos: clínicas especializadas en dermatología infantil podrían considerar esta tecnología como parte de sus opciones de tratamiento, especialmente para casos leves o moderados de dermatitis atópica.

Cabe insistir que, a pesar de los resultados prometedores, los investigadores del estudio enfatizan la necesidad de realizar ensayos clínicos en humanos antes de establecer recomendaciones definitivas. Factores como la frecuencia de uso, la temperatura del agua y la duración de las duchas deberán analizarse en profundidad para determinar su efectividad en niños.
Por ahora, el estudio destaca la importancia de seguir explorando alternativas innovadoras en el tratamiento de la dermatitis atópica infantil. Los padres que buscan soluciones menos agresivas pueden mantenerse atentos a futuras investigaciones en este campo, ya que este tipo de avances podrían convertirse en una opción real para mejorar la calidad de vida de los niños con esta afección.
Referencias
- Matsumoto, A., Imanishi, H., Yamanaka-Takaichi, M., Hirae, M., Tsuruta, D., & Nakai, K. (2024). Beneficial effects of ultrafine bubble shower on a mouse model of atopic dermatitis. Frontiers in Immunology, 15:1483000. DOI: 10.3389/fimmu.2024.1483000.
- Escarrer Jaume, M., & Guerra Pérez, M. T. (2019). Dermatitis atópica. Protocolos de diagnóstico y tratamiento en pediatría, 2, 161-175.