Científicos identifican una célula inmunitaria que predice alergias infantiles desde los primeros meses

Una nueva célula del sistema inmunitario podría predecir, desde los seis meses de vida, quién desarrollará alergias. Investigadores identificaron una subpoblación de células Th2, presente en bebés urbanos con mayor riesgo de dermatitis atópica y alergias alimentarias, que podría cambiar la forma en que entendemos y prevenimos estas enfermedades.
Científicos identifican una célula inmunitaria que predice alergias infantiles desde los primeros meses
Una célula del sistema inmune en bebés urbanos podría explicar el aumento de alergias infantiles. Ilustración artística: DALL-E / ERR.

Cada vez más niños desarrollan alergias desde muy pequeños, pero hasta ahora sabíamos poco sobre cómo y cuándo empieza realmente este problema en el cuerpo. Un nuevo estudio sugiere que la respuesta podría estar en un tipo especial de célula del sistema inmunitario que aparece durante el primer año de vida. Estas células, encontradas con más frecuencia en bebés que crecen en ciudades, podrían ser una de las claves para entender por qué las alergias son mucho más comunes en entornos urbanos que en rurales.

Una nueva subpoblación de linfocitos T podría anticipar el desarrollo de alergias desde los primeros meses de vida. Así lo sugiere el estudio publicado en la revista Allergy, liderado por investigadores del University of Rochester Medical Center. El hallazgo describe a las denominadas células Th2B, una variante de las células T colaboradoras tipo 2 (Th2), que aparece en mayor proporción en bebés urbanos con alto riesgo de desarrollar alergias.

Las células fueron identificadas mediante análisis inmunológicos avanzados, incluyendo citometría de flujo espectral completa, RNAseq de célula única y ensayos de citoquinas. El equipo comparó muestras de sangre de dos cohortes infantiles con estilos de vida muy diferentes: niños criados en entornos urbanos y bebés de familias menonitas de Nueva York, conocidas por tener tasas inusualmente bajas de enfermedades alérgicas.

sistema inmunitario
Ruta inmunológica divergente: factores que favorecen una respuesta tolerante frente a una proalérgica. Ilustración artística: DALL-E / ERR.

Campo vs. ciudad: un contraste inmunitario desde la cuna

El diseño del estudio incluyó dos cohortes de lactantes: una urbana y otra perteneciente a comunidades menonitas del campo. Esta comparación permitió observar cómo el entorno y el estilo de vida influyen en el desarrollo temprano del sistema inmunitario, incluso antes del primer año de vida.

Los niños de familias rurales mostraron un sistema inmunitario más regulador y tolerante. Presentaron niveles más altos de células Treg, conocidas por su papel en el control de respuestas inmunitarias excesivas. Este perfil podría explicar por qué tienen tasas mucho más bajas de alergias, a pesar de compartir predisposiciones genéticas similares con la población urbana.

Los niños urbanos, en cambio, presentaron más células proinflamatorias como las Th2B. Esto sugiere que el entorno urbano, más estéril y con menor exposición a microorganismos diversos, podría favorecer una maduración inmunitaria desequilibrada, predispuesta a la reactividad alérgica.

Los niveles más altos de estas células Th2B a los seis meses de edad, estaban especialmente presentes entre aquellos que desarrollaron dermatitis atópica, alergias alimentarias o sensibilización alérgica.

Este contraste no solo es observacional: podría inspirar estrategias preventivas. Si ciertos estilos de vida rurales modulan favorablemente el sistema inmunitario, entender qué factores los promueven (contacto con animales, dieta, exposición ambiental) podría guiar nuevas intervenciones para la prevención de alergias en contextos urbanos.

Una población distinta con un perfil proinflamatorio

Su presencia en mayor proporción en niños urbanos con alergias sugiere un posible papel causal. Aunque el estudio no puede confirmar una relación directa de causa y efecto, la correlación entre Th2B y enfermedades atópicas es estadísticamente significativa, lo que las posiciona como un objetivo relevante para futuras investigaciones.

Las células Th2B comparten algunas características con las conocidas Th2A, pero también presentan diferencias clave. Ambas muestran una orientación hacia citoquinas como IL-9, pero las Th2B se destacan por su mayor producción de IL-2 y TNF-α, moléculas asociadas con respuestas inflamatorias más intensas. Además, expresan los genes FOXP3 y CISH de manera diferencial, y carecen del marcador CD161, a diferencia de otras variantes Th2.

Esta composición molecular sugiere una función particular en la programación de la respuesta alérgica. La ausencia de CD161, junto con la presencia de CRTH2 y CCR4, indica que estas células tienen un fenotipo de memoria efectora, lo que implica que están listas para responder de forma rápida y agresiva ante ciertos estímulos.

Comprender estas diferencias celulares podría transformar el abordaje inmunológico de las alergias. En lugar de tratar solo los síntomas, podría ser posible intervenir antes de que las respuestas alérgicas se consoliden, modulando estas poblaciones celulares o sus vías de activación.

Científicos identifican una célula inmunitaria que predice alergias infantiles desde los primeros meses
Análisis inmunológico de alta precisión identificó una nueva subpoblación de células Th2, llamada Th2B, con un perfil molecular distinto. Estas células fueron más frecuentes en bebés urbanos con alergias, y se diferencian claramente de otras células Th2 por sus marcadores y comportamiento proinflamatorio. Fuente: Allergy.

El microbioma como intermediario entre ambiente e inmunidad

Una de las hipótesis más prometedoras apunta al desarrollo del microbioma intestinal. La exposición temprana a microorganismos ambientales, más frecuente en entornos rurales, favorece una colonización intestinal diversa y rica. Esta diversidad microbiana influye directamente en la maduración del sistema inmunitario.

El microbioma actúa como entrenador inmunitario. Enseña al cuerpo a diferenciar entre amenazas reales y elementos inocuos, como los alimentos o el polvo. Cuando esta "educación" microbiana es deficiente, el sistema inmunitario puede volverse hiperreactivo, atacando sustancias inofensivas.

En los niños urbanos, la falta de diversidad microbiana podría facilitar la aparición de células como las Th2B. El estudio no establece una relación causal directa, pero los investigadores plantean que las diferencias en el microbioma podrían estar en el origen de la proliferación de estas células proalérgicas.

Este vínculo sugiere caminos concretos para la intervención. Estrategias como el uso de probióticos, el contacto con espacios naturales o el diseño de entornos urbanos más ricos en microbios beneficiosos podrían ayudar a prevenir la aparición de fenotipos inmunitarios de riesgo.

Hacia nuevas estrategias de prevención alérgica en la infancia

El hallazgo de las células Th2B tiene un potencial clínico relevante. Podría servir como biomarcador temprano para identificar bebés con alto riesgo de desarrollar alergias. Esta detección precoz permitiría actuar antes de que se manifiesten los síntomas clínicos.

Las estrategias preventivas podrían incluir modulación del microbioma, educación inmunitaria temprana o intervenciones ambientales. Si se confirma la relación causal entre Th2B y alergias, podría diseñarse terapias dirigidas a limitar su proliferación o actividad.

La aplicación podría extenderse a entornos clínicos. Pediatras e inmunólogos podrían utilizar perfiles celulares como el de Th2B para monitorear el desarrollo inmunológico de niños con antecedentes familiares de alergia o que crecen en ambientes urbanos de alto riesgo.

Este avance también refuerza la importancia de la exposición ambiental positiva en los primeros meses de vida. No se trata solo de evitar factores de riesgo, sino de fomentar entornos que promuevan una inmunidad equilibrada desde el nacimiento.

Científicos identifican una célula inmunitaria que predice alergias infantiles desde los primeros meses
Mientras los bebés rurales desarrollan más células reguladoras, los urbanos muestran células proalérgicas. Ilustración artística: DALL-E / ERR

Una ventana de oportunidad inmunológica en los primeros meses

El descubrimiento de las células Th2B aporta una pieza clave al rompecabezas de la alergia infantil. Estas células, más frecuentes en niños urbanos y atópicos, podrían ser tanto señales de alerta como agentes activos en el desarrollo de enfermedades alérgicas.

El entorno tiene un impacto directo sobre la configuración del sistema inmunitario. La comparación entre niños urbanos y rurales evidencia que los primeros meses de vida constituyen una ventana crítica donde se programa la tolerancia o la hiperreactividad inmunitaria.

Integrar estos hallazgos en estrategias de salud pública podría cambiar la trayectoria de las alergias desde la infancia. Identificar a tiempo los fenotipos de riesgo, modular el microbioma o rediseñar los entornos urbanos son caminos posibles para reducir la carga alérgica futura.

Comprender y actuar sobre el origen inmunitario de las alergias puede marcar la diferencia. La ciencia nos ofrece una oportunidad: intervenir antes de que el sistema inmunitario aprenda a ver amenazas donde no las hay.

Referencias

  • Pizzarello CR, Jackson CM, Herman K, et al. A Phenotypically Distinct Human Th2 Cell Subpopulation Is Associated With Development of Allergic Disorders in Infancy. Allergy. (2025). doi:10.1111/all.16489

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  • Edgary Rodríguez R.