El psicólogo Alberto Soler aconseja a una madre qué hacer después de haber gritado a sus hijos

Lo cuenta en un video publicado en Instagram y el consejo es válido para toda la familia. Te contamos cuál es.
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Aunque padres y madres son cada vez más conscientes de que una crianza respetuosa y sin gritos es lo mejor para sus hijos o hijas y se preocupan por descubrir cuáles son las claves para aprender a educar sin gritar, a veces, parece inevitable perder los nervios y acabar levantando la voz más de la cuenta.

Y, ¡claro! como se sabe que gritar no es nada bueno para los niños, después de los gritos, viene el sentimiento de culpa. Además, este sentimiento de culpa  tanto en este como en otro tipos de momentos suele ser más común en las madres y los psicólogos explican la razón por la que las madres se sienten más culpables que los padres.

Así lo hace también Alberto Soler en uno de sus últimos videos publicado en su cuenta de Instagram. El psicólogo, padre de tres hijos y autor junto a la psicóloga Concepción Roger y madre de sus hijos de “La gran guía de la crianza” (Paidós) ya explicaba en una entrevista concedida a Ser Padres que “No es lo mismo ser padre que ser madre”.

Ahora, en un video de Instagram, Soler expone el ejemplo de una madre que le contó en consulta que se sentía culpable después de haber gritado a sus hijos. Lejos de reprocharle su actitud, Soler ahonda en las causas que le han llevado a actuar así y le recomienda un consejo válido para toda la familia.

“A ver cuántas os identificáis con esta historia” inicia el video Alberto Soler en el que narra la historia de esa madre que le contaba en consulta que se sentía tremendamente culpable por haber gritado a sus hijos.

El psicólogo le pide a esta madre que le cuente qué es lo que había pasado antes de ese grito:

“Así me explicó que después del trabajo fue a recoger a sus hijos al cole. Después de merendar, les llevó a las extraescolares. Aprovechó el tiempo que los niños estaban en las extraescolares para hacer la compra. Luego les recogió, fueron a casa, y mientras se duchaban empezó a preparar y dejar lista la cena”, señala Soler.

Una vez estaba todo hecho y como faltaban quince minutos para la cena, decidió sentarse en el sofá a leer su libro y en eso, que sus hijos, uno detrás de otro, no dejaban de interrumpirla, de pedirle cosas, de gritar a su alrededor, hasta que ella no pudo más y acabó gritándoles a ellos muy enfadada.

Madre leyendo libro en el sofá con una taza de té o café - Getty Images

Entonces el psicólogo después de escuchar lo sucedido le hizo ver a esta madre que ese grito no era más que fruto del agotamiento y de haber estado todo el día atendiendo a todos pero sin espacio para ella: “Ese grito salía de la frustración de haber querido disponer de quince minutos para sí misma y que nadie lo respetara, después de ella haber dedicado todo su tiempo a los demás”.

"El grito me pareció lo menos relevante de toda su historia," señala el psicólogo, porque “el grito no fue la causa sino la consecuencia de una dinámica familiar en la que no se respetan las necesidades de todos”.

En un hogar, niños pequeños, madres, padres, todos tenemos nuestras necesidades y todas son importantes. Respetarlas y hacer que se respeten es crucial para una buena salud mental”, sostiene por último el autor de “La gran guía de la crianza” en este video.

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