Ana, Mía o 909, si ves esto en el móvil de tus hijos debes saber de qué están hablando

Pueden parecer mensajes secretos sin importancia, típicos mensajes infantiles que se envían entre amigos pero realmente son mucho más peligrosos y conviene que sepas de qué están hablando cuando los envían.
Trastornos de alimentación

Si tu hijo o tu hija envía los números 909 a un amigo o a una compañera, tienes que saber que lo que le está diciendo es que o bien no quiere comer o bien se ha propuesto no comer.

909 es un código que los menores utilizan en sus redes sociales y a través de los servicios de mensajería que manejan habitualmente, es un código con el que transmiten la idea de que o bien no quieren o tienen la sensación de que no deben comer.

Hablamos de anorexia y bulimia

Toda esta información la compartía con sus miles de seguidores Pablo Duchement en su cuenta de X. Duchement es profesor, perito judicial informático, escritor y habitual usuario de las redes sociales desde las que denuncia y comparte a través de casos reales (de los que omite los nombre o los modifica) auténticos delitos informáticos relacionados con menores para prevenir a las familias de lo que está ocurriendo en entornos relacionados con la infancia.

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“Usa caramelos mentolados después de estar con Mía. Así no se enterarán en casa”, este es uno de los consejos que Pablo Duchement mencionaba en su hilo de tuits, este en concreto fue uno de los consejos que tuvo que certificar como perito judicial informático, que se vertieron en un foto de internet. Un foro que visitaban de forma habitual niñas de 11 años para aprender técnicas de pérdida de peso y ocultación. Un foro de los muchos que ponen en peligro la salud de los menores.

P. Duchement comentaba que se ha creado una auténtica comunidad masiva de apoyo entre personas que están sufriendo trastornos de alimentación. Pero no se trata de comunidades de apoyo para superar estos trastornos sino que “son prácticamente sectas digitales de adoración a la anorexia y a la bulimia”, son entornos digitales en los que se valida, se promociona y se fomenta el seguir padeciendo estas patologías.

Mía y Ana, las peores amigas

Desde hace tiempo sabemos que los nombres de “Ana” y “Mía” se han utilizado como códigos con los que los menores se refieren a la anorexia y la bulimia, con la intención de no ser detectados por sus padres.

La frase de “¿estás con Mía?” en el móvil de tu hijo o hija es probable que signifique que alguien le esté preguntando si está vomitando o si padece bulimia.

Son palabras que se emplean como códigos pero no solo, también son una declaración de intenciones. En las redes se pueden encontrar con cierta facilidad decenas de páginas “pro-ana” y “pro-mía”, con foros en los que los menores intercambian trucos y consejos sobre cómo tienen que actuar para no ser descubiertos por sus padres o madres.

Los casos de niñas en torno a los 12 años con TAC como anorexia y bulimia se han disparado llegando a verse casos no poco frecuentes en menores que no han cumplido aún los 10 y las redes sociales parece que tienen también su papel en este preocupante problema.

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