Maquillaje antes que juguetes: el fenómeno de los 'Sephora Kids' y su impacto en la infancia moderna

Esta moda perfila, especialmente a las niñas, como sujetos de consumo, además de exponerlas desde edades muy vulnerables a la tiranía de la belleza, convirtiéndolas en víctimas de violencia estética.
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"Vas a flipar" me dijo mi amiga, hará unos meses. Esa amiga, que tiene una hija un poco más mayor que el resto, y que va abriéndonos el camino, avisándonos de las tormentas, respecto a lo que en la preadolescencia acontece. "Anoche - continuó - las amigas de J que se quedaron a dormir en casa traían todo un arsenal de productos de belleza. Se hicieron una doble limpieza, se echaron contorno de ojos, crema hidratante, cacao en los labios y otros tantos potingues que ni yo conocía".

No es una ficción, chicas muy jóvenes, prácticamente niñas, están contando sus “rutinas de belleza” en redes sociales y otras tantas compran productos de cuidado para la piel dirigidos a la población adulta.

Me pareció una locura, pero es verdad que no había escuchado nada parecido al respecto, y lejos de una tendencia, entendí que era un hecho aislado. Pero poco tardó en evidenciarse que el skincare en niñas estaba extendiéndose cual fenómeno viral y ocupando neceseres cuyas dueñas no alcanzan ni los diez años.

El fenómeno ha ganado relevancia en las últimas semanas y los medios empiezan a hablar de las «Sephora Kids» como un fenómeno mundial, niñas menores de 12 años que van a tiendas de cosmética en búsqueda de maquillaje o productos para el cuidado de la piel influenciadas por las redes sociales. Incluso, estas mismas niñas, protagonizan vídeos en distintas plataformas de tutoriales sobre cómo usar determinados productos.

El peligro de la violencia estética

Por un lado, podría desdramatizarse el asunto si se ve este fenómeno como una manera de responsabilizar desde edades tempranas a los niños y niñas en sus rutinas de higiene y cuidado. Pero esto va más allá de mantener la piel hidratada y usar crema solar cuando haya gran exposición a los rayos ultravioleta del sol. Esta moda perfila, especialmente a las niñas, como sujetos de consumo, además de exponerlas desde edades muy vulnerables a la tiranía de la belleza, convirtiéndolas en víctimas de violencia estética.

Evidencia científica

En este sentido, la dermatóloga Leire Barrutia, ha compartido su opinión en su cuenta de TikTok, asegurando que lo único realmente importante a esta edad es que los jóvenes "vayan adquiriendo hábitos de protección solar" porque, según apunta, "la radiación solar que recibimos en la infancia es la que más aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel".

El caso de la firma Lush

A esta polémica se anticipó la firma a británica Lush, que cerró a finales de 2021 sus cuentas en Instagram, TikTok y Facebook para “proteger la salud mental” de sus clientes. Basando su decisión en los datos arrojados por los informes internos de Facebook, que admitían que las redes sociales eran tóxicas para los niños y adolescentes, especialmente para niñas. Ahora, desde sus cuentas en vez de promocionar sus productos, han adquirido una actitud de responsabilidad social y postean datos sobre estos informes y el peligro de las redes sociales, como por ejemplo que «el 70% de los niños que usan redes sociales han reportado que les genera stress, ansiedad o depresión».

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