Así es como dibujan los niños a los tres y cuatro años

Los dibujos a estas edades suelen reflejar el desarrollo cognitivo, emocional y motriz del niño. ¿Cuáles son las características más comunes de los dibujos? ¡Hay muchas! Te las contamos en el siguiente artículo.
niño pintando

Cuántas veces les decimos: "¡Está perfecto! No te has salido de la raya". Y es verdad, están haciendo muchos progresos en la coordinación y hay que felicitarles, pero a esta edad, y aunque parezca increíble por lo rápido que aprenden, el cambio más fascinante se está produciendo dentro de sus cabecitas. 

- IRYNA TOLMACHOVA

Cuando el pequeño señala el borrón en su cuaderno y dice "es mi mamá", ha dado un paso de gigante en su desarrollo cognitivo: ha aprendido a representar gráficamente algo que hay en su mente y está experimentando con una nueva forma de expresión. ¿Es o no es un gran avance?

Que practique con total libertad

- Getty Images/iStockphoto

Dibujar es una de las actividades favoritas de los niños. Primero pintan con las manos, después con ceras o pinceles. Para ellos es un juego y estarían encantados de convertir toda la casa en obra de arte. Cuando dibujan, sobre todo disfrutan, pero además les reporta muchas otras cosas:

Mejoran la coordinación ojo-mano y la motricidad fina, es decir, que aumenta el control sobre los movimientos que necesitan más precisión y que tendrán que poner en práctica, por ejemplo, cuando aprendan a escribir las letras, cuando empiecen a abrocharse los botones ellos solos…

"Garabatos con forma"

Aunque cada niño tiene una evolución diferente, los niños entre los tres y los cuatro años suelen estar en la etapa que los expertos llaman "garabateo con forma". Antes pintaban por el simple placer del movimiento, pero ahora tienden a dibujar formas más o menos geométricas (sobre todo círculos y líneas), que pueden repetirse incesantemente o combinarse entre ellas.

Así pues, en estas edades muestran una mayor intencionalidad en sus dibujos y comienzan a explorar formas más definidas y reconocibles. Es posible que empiecen a representar personas con trazos más definidos, como círculos para las cabezas y líneas para los brazos y las piernas. 

Sin embargo, estas figuras todavía pueden carecer de detalles más complejos. A medida que practican trazos más definidos, están refinando sus habilidades motrices finas, lo que les permitirá realizar trazos más precisos poco a poco durante su crecimiento.

Dibujos según experiencias

Descripción de la imagen - Getty Images

La diferencia con la etapa anterior es que ahora el peque intenta representar algo de la realidad. Por ejemplo, nos dice: "Voy a dibujar un sol", y lo intenta. Eso sí, el resultado puede no parecerse a la realidad o también puede que los mayores no seamos capaces de reconocer lo representado.

De hecho, aunque sus dibujos aún pueden ser bastante abstractos, a esta edad los niños suelen contar aquello que dibujan ya que se basan en las experiencias que han vivido. Pueden dibujar desde objetos que ven en casa hasta lo que sienten. No es extraño que los niños de tres o cuatro años empiecen a dibujar a su familia, amigos o experiencias felices o preocupantes que hayan tenido.

Incluso, gracias al avance de su desarrollo cognitivo y creatividad en estas edades, pueden narrar historias y agregar elementos fantasiosos como personajes inventados. Es importante resaltar que no tiene nada de preocupante el hecho que se inventen detalles en sus dibujos o en las narraciones que cuenta de ellos, sino lo contrario: es parte de su desarrollo.

¿El color el importante?

Fuente: Depositphoto

En los dibujos a estas edades, el color juega un papel secundario: los niños usan los colores para experimentar o simplemente por placer, así que no hay por qué insistir en que en sus primeras obras los cielos tengan que ser azules o los soles amarillos. 

De hecho, es bastante habitual que no sigan un esquema realista de coloración. Pueden elegir colores de manera arbitraria sin preocuparse por la precisión.

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