Nuestro hijo cumple un año más. Para celebrarlo montamos una fiesta por todo lo alto. Llenamos el salón de globos de colores, hacemos una merienda especial, le animamos a invitar a sus amigos y le damos un regalo maravilloso. Pero, ¿qué pasa con sus hermanos? ¿No van a sentirse desplazados? ¿Deberíamos hacerles algún regalo también a ellos?
Es cierto que los hermanos del protagonista del cumpleaños pueden sentirse desplazados, en especial si son pequeños y de edad cercana, pero eso no tiene porqué ser negativo. ¿Y por qué no lo es? Pues porque puede ser una oportunidad perfecta de aprendizaje y mejora de habilidades sociales.
No solo es un día para el que cumple años, los hermanos y amigos también aprenden a ceder el protagonismo como en muchas ocasiones futuras pasará en la vida. Esto no significa que los estamos desplazando sino que les estamos enseñando cuál es su papel en cada momento. Pero, por supuesto, a esto hay que enseñarles.
Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto?
Es indispensable que todos los padres podamos tener una conversación abierta con nuestros hijos antes del cumpleaños para explicarles que el día está destinado principalmente a celebrar el cumpleaños del hermano y que es importante que todos disfruten y apoyen al protagonista. Asimismo, podemos recordarles que también tendrán su propio día especial en su cumpleaños.
Sin duda alguna, el mejor modo es invitar a los hermanos a participar activamente en la fiesta de cumpleaños. Esto podría implicar permitirles ayudar en la organización, participar en los juegos y actividades, y compartir la emoción del día especial de su hermano. Es importante contagiar la alegría de los preparativos incluyendo a los hermanos, que ellos hagan dibujos para decorar, inflen los globos o preparen un regalo sorpresa.
Como padres, debemos fomentar el espíritu de compartir. En lugar de centrarse en los regalos materiales, puedes enfocarte en enseñar a tus hijos el valor de compartir y celebrar juntos.
¿Existen consecuencias si no le regalamos algo a los hermanos?
No regalar algo a los hermanos no necesariamente tiene que tener consecuencias negativas si tenemos en cuenta lo que acabamos de explicar. Al contrario, puede ser una oportunidad para fomentar el valor de la unión familiar y desarrollar las habilidades sociales.
Sin embargo, es posible que si los hermanos no perciben que reciben atención en el cumpleaños de su hermano, podrían experimentar celos, envidia, sentimientos de exclusión o rivalidad entre hermanos. Lo fundamental es mantener una comunicación abierta con todos los hijos y crear una dinámica familiar saludable.
