¿Puede surgir un cáncer de mama durante el embarazo?

La ginecóloga Paula Soriano nos ha explicado en detalle si puede surgir un cáncer de mama durante la gestación y cómo puede afectar a la madre y al feto.
embarazo cáncer de mama

La relación de cáncer y embarazo es poco frecuente. No obstante, la tendencia actual de la mujer a postergar la maternidad hasta la cuarta década de la vida y el estilo de vida incrementan los factores de riesgo para el desarrollo de procesos cancerosos, entre ellos, el cáncer de mamá.

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A nivel mundial, la incidencia del embarazo relacionado con el cáncer de mama es en promedio de 1/1500 a 1/4,000 embarazos. La incidencia es destacable pero lo es más el hecho de que es el cáncer más frecuente en la mujer embarazada. La incidencia asciende al 7-14% si consideramos solamente a las mujeres menores de 45 años. En los últimos años se ha observado un incremento de esta incidencia (75.0/ 100.000 embarazos en 2002 vs. 138.5/100.000 en 2012), según los datos del grupo de investigación del cáncer de mama GEICAM. Este aumento puede ser debido a que cada vez las mujeres se quedan embarazadas en edades más avanzadas.

¿Qué entendemos por cáncer gestacional?

El cáncer de mama gestacional es aquel que se diagnostica durante el propio embarazo o en el primer año tras el parto. En la mayoría de las ocasiones, se suele diagnosticar en el puerperio que equivale a los primeros 40 días o 5-6 semanas tras el parto aproximadamente, la conocida como cuarentena.

¿Qué hace especial a este tipo de cáncer?

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El cáncer de mama durante el embarazo es más difícil de diagnosticar lo que hace que, en la mayoría de las ocasiones, se descubra en etapas más avanzadas que si se hubiera diagnosticado fuera del embarazo.

¿A qué es debido este retraso en el diagnóstico?

Los cambios hormonales durante el embarazo generan modificaciones en la mamá que pueden hacer que sea difícil diagnosticar un nódulo o tumoración. Es muy frecuente que, con el paso de las semanas, la estimulación hormonal y el comienzo de la subida de la leche, aparezcan muchas zonas nodulares o endurecimiento en las mamás. Esto retrasaría el diagnóstico del cáncer por no identificar estos cambios como patológicos, pues de forma normal no lo son. Sin embargo, si se evidencia un nódulo sospechoso o tienes dudas, no se debe esperar a finalizar el embarazo o la lactancia para revisarlo.

Se considera que el cáncer de mama gestacional tiene un peor pronóstico que en las mujeres no embarazadas. Se desconoce con seguridad si este hecho se debe principalmente a un diagnóstico más tardío y por tanto en estadios más avanzados o si son las características específicas del tipo de tumor la causa principal de su peor pronóstico

¿Y ahora qué?¿Qué ocurre con mi embarazo?

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El tratamiento debe individualizarse, en función de las características del tumor, del estado de la mujer y del riesgo para el bebé.

El diagnóstico del cáncer de mama durante la gestación no obliga a la interrupción del embarazo para poder iniciar el tratamiento, ya que es posible hacerlo con seguridad a partir del segundo trimestre. Durante el primer trimestre el riego para el feto es muy elevado, pero a partir de este momento el riesgo es mínimo si se realiza bajo control y con pautas específicas.

Es fundamental un equipo multidisciplinar de especialistas que realicen un control obstétrico muy estricto valorando el desarrollo del feto y determinando cuando programar el momento más adecuado para finalizar la gestación. 

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