¿Qué es un Trastorno del Espectro Autista (TEA)?
Los Trastornos del Espectro Autista o TEA están incluidos dentro del grupo de los trastornos neurodesarrollo. Se trata de un espectro que incluye sintomatología diversa y variada, de límites difusos, pero que en términos generales afecta de una u otra manera a todas las áreas del desarrollo.

En los trastornos del espectro autista aparecen alteraciones en las relaciones sociales y en la comunicación, en la autonomía personal, también pueden aparecer problemas de integración sensorial, y comportamientos restringidos y restrictivos.
Supone un reto conocer la complejidad que conlleva un diagnóstico de TEA, y por ello para los padres puede ser difícil entender cuáles son sus necesidades, cómo percibe la realidad, y cómo es ese complejo y maravilloso mundo interior que tienen las personas con TEA.
¿Qué nos pediría un niño con trastorno del espectro autista (TEA)?
1. Ayúdame a comprender el sentido de las cosas
Los niños con TEA necesitan orden y estructura para organizar su mundo y así poder anticipar lo que va a suceder. Su vida es mejor cuando es simple, ordenada y tranquila. No comprenden las sutilezas sociales, los dobles sentidos o las ironías.
Por otra parte, a un niño con TEA le resulta difícil entender el porqué de las tareas que le pides. Debes intentar pedirle tareas que tengan un sentido concreto y comprensible para él. También es importante que no se aburra y se mantenga activo.
2. No te angusties conmigo, ayúdame con naturalidad
Si te angustias con un niño con TEA, él también se pondrá nervioso. Es necesario que comprendas sus necesidades y su forma especial de entender el mundo. Debes respetar su ritmo y tener paciencia, porque poco a poco se irá desarrollando y avanzando.
3. No hables mucho ni demasiado deprisa
Las palabras pueden no ser la manera más adecuada de comunicarte con un niño con TEA, ya que puede no entender el lenguaje verbal como nosotros lo hacemos. Ten en cuenta que también te puedes comunicar con él a través del lenguaje no verbal y el contacto físico, dependiendo del caso.
4. Necesito compartir el placer y me gusta hacer las cosas bien
Un niño con TEA pone todo su empeño en hacer sus tareas bien, pero no siempre lo consigue. Si comete muchos fallos, él también se irrita y acaba negándose a intentarlo de nuevo. Es importante que le pidas tareas que él pueda hacer y que le ayudes a hacerlas sin ayudarle de más, para que poco a poco sea más autónomo. También es necesario que le hagas saber cuándo lo ha hecho bien.
5. Necesito más orden del que tú necesitas
El mundo para un niño con TEA es impredecible y esto le genera inseguridad y ansiedad. Puede ser necesario que establezcas rituales con el fin de hacer su día a día más predecible y seguro para él.

6. No me invadas
Algunos estímulos para un niño con TEA pueden ser abrumadores, como el ruido, mucha gente o poca distancia. Por ello, debes respetar su espacio manteniendo la distancia física, pero con cuidado de no hacerle sentir solo.
7. Lo que hago no es contra ti
Cuando un niño con TEA siente que no puede atender o hacer lo que le estás pidiendo, puede reaccionar con rabietas, golpes, movimientos excesivos o destruyendo objetos. Ten en cuenta que su conducta en esos momentos no va dirigida hacia ti. Entiende que no tiene que ver contigo, ni tampoco es por tu culpa.
“Ser autista es un modo de ser, aunque no sea el habitual. Mi vida puede ser tan feliz y satisfactoria como la tuya “normal”. En esas vidas, podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias.” Paciente de 14 años con autismo.
8. No soy solo un niño con un TEA
Las personas con TEA son también niños, adolescentes o adultos, y comparten con su grupo de edad más aspectos de los que podrías pensar. Como todas las personas, disfrutan jugando y divirtiéndose, quieren a las personas de su entorno y les gusta hacer bien sus tareas. Disfrutan del amor y la amistad, aunque quizá de un modo diferente al nuestro.
9. Vosotros sois los complicados
El mundo de un niño con TEA te puede parecer complejo, cerrado e incluso inaccesible. Sin embargo, para él su mundo es simple y abierto, y somos los demás quienes somos complicados. Todo depende de los ojos de quién mira, ¿verdad?
10. Mi desarrollo no es absurdo, acéptame como soy
Lo que puedes pensar que son conductas alteradas en un niño con TEA en realidad son comportamientos lógicos, vistos desde su forma de ser y de percibir. Es importante que hagas el esfuerzo de comprenderle y aceptarle tal cual es, sin condiciones.
Los niños con TEA son complejos, tienen un mundo interior rico y maravilloso, que merece ser conocido, comprendido y respetado. Tienen mucho que aportarnos y enseñarnos.
Pueden tener una vida feliz y completa, aunque no siga los cánones establecidos como “normales”, que al fin y al cabo, solo es una manera restrictiva de ver la realidad, pues todos, independientemente de nuestra condición o características, somos parte de este mundo.