Si estás embarazada o quieres estarlo no te extrañará leer que el embarazo se trata de un momento único y sobre todo muy especial. Eso sí, también es una etapa de tu vida en la que te asaltarán cientos y cientos de dudas y miedos. No obstante, para tu tranquilidad, debes saber que estos sentimientos son habituales entre las mujeres embarazadas, más aún si son primerizas. Vamos a ver cuáles son los temores más frecuentes que se pasan por la cabeza de una futura mamá. Comprobarás que no eres la única que ha tenido ciertas preocupaciones. ¿Con cuáles te identificas?
La propia salud
Sí, no te sientas egoísta, tener miedo por tu propia salud y bienestar es algo completamente normal. Además, es natural que quizá te veas un poco presionada por ello porque sientes que no puedes reconocerlo abiertamente, cuando no es así. El embarazo a veces puede estar idealizado y, aunque hay que vivirlo con la mayor alegría posible, también es una etapa que puede preocupar a la mujer, sobre todo si nunca ha pasado por uno antes.
La salud de su hijo
Aunque no haya nacido aún el pequeñín y aunque todas las pruebas indiquen que estás llevando una gestación adecuada, la preocupación por su salud siempre va a estar ahí (incluso después de nazca, y esto es así). Algunas mujeres, por muy cuidado que tengan su embarazo, llegan a tener incluso pesadillas y sienten miedo por posibles malformaciones o pérdida del bebé. Estas emociones pueden ser normales, aunque si sientes que son muy recurrentes consulta con un especialista.
La capacidad para llevar el embarazo
Ciertamente, el hecho de plantearte si vas a ser capaz de “aguantar” el embarazo será un miedo que exista dentro de ti. Miedo por el momento del parto, por el reconocimiento de las contracciones, por llevar a término completo la gestación… Piensa que el cuerpo de la mujer está preparado para gestar y dar a luz.
El cambio de vida

Es lógico, la vida va ser diferente, un nuevo miembro llegará al mundo, por lo que la forma de vivir evidentemente cambiará. Esto puede suponer que aparezcan varios miedos como la inseguridad por la decisión tomada sobre el embarazo, la responsabilidad de la crianza, el resentimiento de la vida en pareja, o el hecho de saber ser madre. Este último puede que sea uno de los más grandes.
Las pruebas médicas
Someterse a ciertas pruebas durante el embarazo es prácticamente inevitable, como las muestras de sangre, las revisiones o las ecografías, y esto es algo que puede despertar en la mujer cierto miedo relacionado con el dolor. Piensa que estarás en manos de especialistas que se dedican a ello.
El deterioro de físico e imagen corporal
Puede sonar algo superficial, pero seguramente muchas futuras mamás han pensado en los cambios físicos que va a tener pasar por un embarazo. El aumento de talla, de peso, cambios en la piel… Todo ello, puede suponer una alteración emocional para la embarazada.
La capacidad económica
Es inevitable no pensar en ello, y es que además de mucho amor y cuidado, un hijo también implica una gran inversión económica. Seguramente también te sientas identificada con la preocupación de querer darle la mejor vida posible a tu hijo.