Hace unos días, te contamos que el neuropsicólogo Álvaro Bilbao pide a los padres no ahogar la rebeldía de sus hijos. Y también te trasladamos su última reflexión acerca de la crianza de los niños y niñas: qué hábitos comunes tienen los padres satisfechos. En este caso, hacemos lo propio con una de sus incursiones en la divulgación de la disciplina positiva: frases alternativas a 'Deja de llorar'.
En línea con lo que cuenta en su último el sociólogo Adam Galinsky, que asegura que estas son las tres palabras que más hieren la autoestima de los niños y niñas, Álvaro Bilbao también es un gran defensor del impacto potencial del lenguaje que escogemos al dirigirnos a los hijos e hijas en su desarrollo emocional.
Por ello, siempre que tiene ocasión, Álvaro Bilbao insiste en cuestiones como las ocho reglas de oro de la paternidad o las los cuatro recursos que utiliza el psicólogo Álvaro Bilbao cuando detecta que sus hijos le han mentido. En esta ocasión, el experto en el cerebro de los niños y niñas se detiene en otra de esas frases hirientes a nivel emocional para los peques: 'Deja de llorar', palabras que todavía se escuchan a menudo en la crianza de los hijos e hijas.

Alternativas a ‘Deja de llorar’
El neuropsicólogo Álvaro Bilbao no recomienda una, dos o tres alternativas a la frase ‘Deja de llorar’ para gestionar esos momentos en los que nuestros hijos e hijas dejan caer sus lágrimas por sus respectivas mejilla. Bilbao ofrece hasta seis frases alternativas.
Frases que el prestigioso divulgador cataloga como “geniales” porque tienen, en su opinión, el poder opuesto al ‘Deja de llorar’. Son frases para educar en positivo, que legitiman las emociones y sentimientos de nuestros hijos e hijas, y que, al fin y al cabo, les ayudan a sentirse acompañados y arropados en un momento de debilidad emocional como es el llanto.
“Te entiendo”
La primera frase que recomienda Álvaro Bilbao como alternativa al ‘Deja de llorar’ es ‘Te entiendo’. Decirlo, mostrar esa conexión con lo que siente tu peque a través de la empatía hará que “disminuya la actividad de la amígdala”, indica el experto.
La amígdala, apunta Álvaro Bilbao, es “la estructura del cerebro que se activa cuando lloramos”.
“Llorar está bien”
En línea con la primera frase, Álvaro Bilbao aconseja dejarle claro al niño o niña que llorar está bien.
Aquí reflexionamos en profundidad sobre si dejar llorar a los hijos es bueno. Álvaro Bilbao tiene claro que está bien, y hay que hacérselo saber: “Imagina que te lo hubieran dicho cuando tú eras niña o niño. Seguramente habrías sentido menos vergüenza, culpabilidad o miedo a día de hoy sería más sencillo para ti mostrarte vulnerable y expresar tu dolor”, reflexiona al respecto.

“Llora lo que necesites, cariño”
Animar a que tu hijo o hija pueda llorar todo lo que necesite le hará entender, dice Álvaro Bilbao, “que es importante dejar salir todo el dolor antes de poner llenarse de tu amor”.
“Tómate tu tiempo”
Según el neuropsicólogo Álvaro Bilbao, este tipo de frases, dándole espacio y tiempo a los niños y niñas, son muy sencillas y, al mismo tiempo, muy beneficiosas para ellos y ellas.
“Esta frase tan sencilla les ayuda a saber que es solo cuestión de tiempo que vuelvan a sentirse tranquilos, y que tú estás dispuesto a dárselo”, dice el experto en el cerebro de los peques.

“Estoy aquí para cuando puedas contarme lo que pasa o necesites un abrazo”
Esta frase es más larga, pero el mensaje es claro y sencillo: va en línea con el ‘Tómate tu tiempo’ pero yendo un paso más allá. De hecho, son complementarias: le estás diciendo lo mismo pero añadiendo tu presencia para lo que necesite… cuando lo necesite.
“En los momentos de máximo dolor no hay nada que ayude más que saber que hay alguien que permanece a nuestro lado para ayudarnos a regularnos cuando estemos preparados”, explica Álvaro Bilbao.
Mira, estas estrategias de comunicación recomendadas por una experta para acompañar a los niños con altas capacidades te pueden servir en muchos otros contextos también.
“Te quiero”
La sexta y definitiva frase que recomienda Álvaro Bilbao en lugar del ‘Deja de llorar’ son dos palabras potentes como pocas, seguramente como ninguna otra: ‘Te quiero’.
Decírselo, aunque lo hayas hecho mil veces, “le dará mucha seguridad comprender que sus padres son fuertes y pueden soportar su dolor”, concluye el neuropsicólogo.