La comunicación es uno de los grandes retos de las altas capacidades. Toda ayuda es bienvenida para conectar y, por ende, acompañar de la mejor forma posible a los niños y niñas que presentan esta neurodivergencia común en el 10% de la población, aproximadamente.
Son interesantes tantos los consejos prácticos como la teoría del asunto, que es la que nos permite entenderles mejor y poder así, entre otras cosas, aplicar dichos consejos prácticos más convencidos.
Mezclando ambas cuestiones ha elaborado un post divulgativo muy interesante la psicólogo especializada en neurodivergencia educativa Carla D.García, que intenta ayudar con sus tips a las familias que conviven con niños y niñas con altas capacidades intelectuales.
“La comunicación es fundamental para poder ir incorporando en uno mismo parte de regulación emocional”, dice la experta. “El malestar derivado de la alta intensidad y de las vivencias del día a día requieren de ser ‘gestionados’; mediante la pura descarga del acto físico o mediante el simbólico como las palabras o el dibujo”, añade en la introducción del citado post, en el que ofrece consejos para acompañar “el desarrollo de un entorno de confianza y seguro para adquirir ajustadas y personalizadas”.
Esto se puede conseguir mediante distintas estrategias de comunicación que podemos aplicar como adultos conocedores, mejor que nadie, de las necesidades y peculiaridades de nuestros hijos e hijas con altas capacidades. “Poder identificar y poner en palabras el mundo emocional facilita la identificación y los mecanismos internos de gestión emocional”, asegura Carla D. García.
Estrategias de comunicación eficaces con las altas capacidades
Dice la psicóloga sanitaria que, en términos generales, “las personas con altas capacidades intelectuales presentan un alto dominio lingüístico y/o un desarrollo precoz en dicha área”. Esto, agrega, es la característica “base” del funcionamiento del espectro de la alta capacidad, pero “no implica una habilidad innata para la gestión emocional”.
Esto quiere decir que por mucho desarrollo precoz que presenten los niños y niñas con altas capacidades no quiere decir que estén regulados emocionalmente, que sepan reconocer y gestionar sus emociones también de forma. De hecho, suele ocurrir lo contrario; por eso es habitual hablar de disincronía o asincronía entre el desarrollo del lenguaje y a nivel emocional en las altas capacidades. La gestión emocional en las altas capacidades, asegura la doctora Carla D. García, “debe ser educada y contenida por un otro”.

Y la mejor forma de hacerlo es seguir los consejos que comparte la especialista en neurodivergencia educativa. Son los siguientes:
Escuchar y ser escuchado
La psicóloga recomienda a los padres y madres de peques con altas capacidades “generar condiciones del ambiente para facilitar la comunicación y fomentar una escucha activa y respetuosa”. y “generar un espacio seguro” a través de hábitos como el de “compartir y evitar la invalidación de las emociones del otro.
Para Carla D García, “el vínculo con la otra persona es un elemento fundamental; dedicar la atención al otro de manera consciente”.
Aceptaciones de las emociones del otro
Dice la especialista en altas capacidades que “al escuchar proporcionamos un valor al mensaje compartido con la otra persona”. En su opinión, de este modo “generamos una contención emocional al malestar intenso que nos comparten”. Y por eso considera importante también “identificar el componente emocional y separarlo de los actos”.
Usar una escucha reflexiva
Es importante, señala la experta, “poder acompañar a identificar conjuntamente las emociones presentadas”. El trabajo como guías en la elaboración de la propia reflexión sobre el estado emocional, el acompañamiento en la búsqueda activa de soluciones o alternativas y la ayuda para clarificar entre emociones, sentimientos, pensamientos y conductas que acompañan a la situación son otros de los consejos que comparte Carla D. García.
Dar un espacio al silencio
Cree la psicóloga que “entender el silencio como un posible elemento de regulación interna del malestar y la intensidad” es muy saludable. “Entenderlo como una vía de comunicación más”, agrega.
Separar el “ser” del “hacer”
Otra de las estrategias eficaces de comunicación con los niños y niñas con altas capacidades que recomienda la psicóloga es “poder separar la conducta y el acto de la persona”.
Indica Carla D García al respecto que “cada entidad está relacionada pero requiere de identificaciones diferentes”.

Intensidad consciente
El último de sus consejos de comunicación para acompañar las altas capacidades de nuestros peques es “introducir elementos visuales sobre la intensidad de las respuestas emocionales y conductuales”. Esto es, “hacer consciente la propia vivencia emocional y generar un espacio de tiempo delimitado para dicha intensidad; acompañar en la búsqueda de manifestaciones alternativas”, concluye.