Cada día vivimos en ciudades más grandes y cada día nos preocupa que nuestros hijos conecten con la naturaleza. Eso mismo debieron pensar muchos de los padres y las madres que decidieron que para evitar el problema lo mejor era trasladarse a un municipio leonés llamado Sariegos, hasta convertirlo en una esperanzadora excepción demográfica.
Sariegos es un pequeño municipio de la provincia de León que ha visto crecer su población en más de un 100% entre los años 2000 y 2015, hasta llegar a los 5.500 habitantes en el año 2023. Y esa no es su única peculiaridad en cuanto a la población, es que además, Sariegos tiene una mayor proporción de población joven que el resto de la provincia de León.
¿Qué pasa en Sariegos?
En Sariegos hay una escuela infantil y cuatro colegios, la escuela infantil se ha llenado por primera vez en 14 años y además, se han quedado nada menos que 10 bebés en lista de espera porque no quedaban más plazas libres, las 61 plazas del centro están cubiertas.
Tres de sus cuatro colegios también han ampliado sus instalaciones para poder cubrir las solicitudes que habían cursado los padres y las madres de la zona, todo esto va contracorriente a lo que se está viviendo no solo en la comarca leonesa sino en numerosas zonas del interior del país que se están quedando tristemente sin vecinos y hace tiempo que se quedaron sin niños.
Porque en León hay un bosque ideal para ir con niños lleno de fantasía y magia y muchos de sus pueblos están entre los más bonitos de España pero además, está este municipio que ha apostado por apoyar a las familias que no tienen que hacer un desembolso especialmente grande para la educación de sus hijos ya que “todo el material escolar se les paga, las actividades son muy, muy económicas. Pagamos también todo el tema de la guardería”, como explica el propio alcalde de Sariegos, Roberto Aller.
No es magia, es conciliación
El municipio leonés se ha convertido en los últimos años en un referente de lo que es la conciliación familiar y ayudar a las familias y ahora recoge sus frutos.
Para evitar la amenaza de la despoblación, el equipo de gobierno ha diseñado un plan de acción con el que atraer prioritariamente a familias con niños pequeños o con planes de tenerlos.
Facilitarles al máximo la conciliación laboral y familiar es la prioridad del consistorio a través de la puesta en marcha de los 26 cheques bebés que financia el ayuntamiento con 12.000 euros siempre que toda la unidad familiar esté empadronada en el municipio y tengan el compromiso de residir en él al menos los dos años siguientes al que recibieron la ayuda.
Una política que hace que se hayan tenido que ampliar tres de los cuatro colegios rurales que tienen escolarizados a 300 alumnos en sus instalaciones
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