En la filosofía Montessori es fundamental que esa curiosidad innata de la infancia se potencie y se desarrolle sobre todo a través del juego y los juguetes, como demuestran los resultados obtenidos en un estudio de investigación sobre el impacto del método de enseñanza Montessori en los niveles de coeficiente intelectual de niños de 5 años, en el que se constató que el sistema educativo Montessori, había afectado positivamente al coeficiente intelectual y al nivel de crecimiento y madurez social de los niños.
Por eso apuesta por juguetes que se inspiran en la vida real, que potencian y animan al juego libre y a los que las niñas y los niños pueden aplicar de forma natural su imaginación, estimulando su creatividad, su capacidad de concentración y su psicomotricidad y apostando abiertamente porque el juego refuerza la salud mental de los niños, como han venido a demostrar distintas investigaciones posteriores.

Entramos en una etapa de crecimiento, en torno a los tres años, en la que desde la metodología Montessori se busca fomentar el conocimiento a través de la relación de causa-efecto y por eso los juguetes, deben adaptarse a las necesidades y a las habilidades de la niña o el niño para facilitar su desarrollo individual.
La clasificación por edades tiene su importancia pero en la filosofía Montessori es fundamentalmente orientativa, no excluyente, ya que lo importante es conocer las habilidades y capacidades de cada niño, más allá de su edad.
Pasa lo mismo con los materiales que siendo siempre un tema importante, es más importante las posibilidades que ofrecen los juguetes a la hora de potenciar el desarrollo, la autonomía y la creatividad de los niños y las niñas.
A través de los juegos y los juguetes, los niños van a despertar su curiosidad, desarrollar sus capacidades sociales, físicas y cognitivas, fomentar su independencia del adulto, es decir que ellos puedan manipularlos sin necesitar la ayuda de nadie, de forma autónoma.
Juguetes Montessori para niños de 3 años
La filosofía Montessori plantea el aprendizaje a través del juego pero no solo sino que además fomenta la autonomía personal de los niños y las niñas y les anima a hacer algunas tareas en casa, tareas sencillas que pueden ir llevando a cabo en su habitación que se pueden plantear como un juego más.
Las bicicletas de equilibrio, las pelotas y aquellos juguetes que permitan a los niños mantener contacto con la naturaleza, que se puedan utilizar al aire libre son muy interesantes.
Juguetes como el dominó, los bloques de construcción o los juegos de mesa también son muy valorados en esta etapa ya que ayudan a mejorar la concentración y a desarrollar la atención. Uno de los juguetes que tiene múltiples beneficios es la mesa de luz que se defiende mucho en la metodología Montessori precisamente por eso.
Los puzzles de madera o de cartón para reconocer colores, formas, texturas y pesos, entretienen y enseñan a los niños y a las niñas de una forma muy sencilla.
Materiales sencillos con los que hacer manualidades para estimular los sentidos a través del tacto y la vista.
Procurar una iniciación a la lectoescritura en esta etapa es muy importante, para potenciar su curiosidad e interés por aprender y descubrir más sobre su entorno.

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