"Un niño necesita sentirse acompañado y conectado emocionalmente", Miriam Tirado

Miriam Tirado es un referente para los padres y las madres que buscan cómo educar a sus hijos desde el apego.
Se puede aprender a ser feliz para educar en la felicidad

“Con un hijo no tienes el mismo vínculo cuando acaba de nacer que cuando tiene 10 años”, señala Miriam Tirado, una de las consultoras de crianza más conocidas de nuestro país que ha escrito más de 20 libros sobre crianza consciente. 

Los vínculos y las relaciones que creamos con las personas que nos rodean en nuestras vidas son importantes, sobre todo los que desarrollamos durante la infancia ya que precisamente el apego que desarrollamos cuando somos niños nos hace sentirnos acompañados y conectados emocionalmente a los adultos de referencia. 

Los vínculos afectivos le dan seguridad, autoestima y en definitiva, felicidad a los niños

Según señala Miriam Tirado, esto es lo que “le dará una sensación de pertenencia, de ser amado, se sentirá seguro consigo mismo y en relación a las demás personas que le cuidan”, esos vínculos formarán parte de aquello que tus hijos nunca van a olvidar de ti como madre o padre. 

Esos vínculos que sirven al niño de apoyo y sostén son los que hacen que se sienta capaz de afrontar los retos que surgen en su vida, son fundamentales “para la autoestima y la relación con los demás” explica Miriam Tirado.

La importancia de los vínculos

Para ella está claro que “no es lo mismo el vínculo que tenemos con un amigo, con un hermano, con una madre, con un abuelo” teniendo cada uno de estos vínculos su importancia dentro de nuestro crecimiento personal, ella añade además que “con un hijo no tienes el mismos vínculo cuando acaba de nacer que cuando tiene 10 años”.

Según ella misma comenta en numerosas charlas y entrevistas, “el vínculo no cambia, lo que cambia es la relación, porque a veces estamos más próximos y a veces menos, según la etapa que estén viviendo.” 

Por ejemplo, durante la adolescencia, nuestro hijo “puede sentirse más conectado con sus amigos, pero eso no tiene por qué poner en duda nuestro vínculo” con él o con ella porque podemos tener unos vínculos sanos con ellos pero al mismo tiempo, nuestro hijo o hija adolescente puede que necesite transitar “esa etapa de la adolescencia desde donde tiene que transitarla que es empezando a volar.”

Cuidar los vínculos

Ella pone énfasis en la necesidad de cuidar los vínculos, saberlos valorar y ponerles la atención que se merecen, “si tenemos conciencia de la relación que tenemos con alguien podemos ver si hay cosas que podemos mejorar o no” siempre valorando la importancia del apego infantil y la necesidad de educar desde el respeto a nuestras hijas e hijos. 

Es importante entonces trabajar las emociones con los niños para que tengan un desarrollo y un crecimiento saludable y para poder detectar problemas emocionales que puedan surgir y solucionarlos a la mayor brevedad posible, cuidando los hábitos de crianza que mejoran el vínculo emocional con nuestros hijos.

Miriam Tirado apuesta porque “nuestros hijos nos hacen mejores porque nos obligan a revisarnos, a cuestionarnos y a cambiar muchas cosas” que a lo mejor habíamos pasado por alto en nuestro día a día o de las que no habíamos sido conscientes hasta ahora.

“No nos escapamos del aprendizaje continuo” cuando somos padres, aunque esto pueda resultarnos a veces agotador como ella misma reconoce. Quizás ponemos demasiada atención “en lo que se ve, en lo material; hay que conectar más con el respeto hacia uno mismo y hacia los demás” y enseñárselo a nuestros hijos en su día a día y para eso “es muy importante la escucha de las propias necesidades y la atención a las necesidades de los niños”. 

Precisamente, en “Los mil colores del hilo invisible” uno de los últimos libros que ha publicado Miriam Tirado, la autora explica los diferentes tipos de relaciones que tenemos con cada una de las personas con las que contamos en nuestra vida y los diferentes y necesarios vínculos que creamos con cada una de ellas.

Una visión realista y positiva ante el mundo por parte de los padres propicia la felicidad de los niños - Getty Images

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