A partir de la aprobación de esta ley, no tener hijos en Rusia dejará de ser considerado un derecho, salvo en tres excepciones que ha señalado el gobierno que son: por razones religiosas, por razones médicas o si el embarazo se ha producido tras una violación.
Con esta nueva ley, las autoridades rusas según su viceministro de Justicia, Vsévolod Vuk'olov, pretenden desarrollar “proyectos de ley para evitar la proliferación del childfree o cuando alguien dice a las jóvenes que no necesitan dar a luz y pueden prescindir de descendencia".

Los valores tradicionales
En eso es en lo que se escudan las autoridades rusas para defender la puesta en marcha de una ley tan represiva como esta, en su campaña por recuperar esos valores tradicionales que para el gobierno de Vladimir Putin, en Occidente se han abandonado por completo.
Realmente, lo que parece que esconde una medida como esta, es que la población rusa en los próximos 25 años presenta una más que posible caída muy preocupante. De 144 millones de habitantes, es muy probable que se pase a menos de 130 millones de rusos en el año 2050.
Los críticos al gobierno consideran que esta futura caída de la natalidad está sustentada en las consecuencias que está teniendo la invasión de Ucrania en el país y directamente culpan a la gestión de Putin de esta más que posible disminución de la población.
En más de una ocasión el dirigente ruso ha afirmado públicamente que “el destino de Rusia depende de cuántos más seamos” por lo que el aumento de la natalidad es una de las mayores prioridades para su gobierno y pretende que medidas como esta en la que se prevén multas de miles de rublos e incluso deportaciones, animen a la población a tener más descendencia.
En esta misma línea se expresaba a la agencia de noticias rusa, el presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, quien señaló que "la propaganda del rechazo consciente a tener hijos" ha aumentado en su país por lo que el gobierno ruso considera prioritario "eliminar de nuestras vidas todo lo que interfiera con el aumento de la tasa de natalidad".

La libertad de las mujeres
No se puede hacer publicidad, no se puede afirmar en público y por supuesto, no se puede expresar en redes sociales la defensa de la decisión individual de no tener hijos.
Las multas van de los 4.000 euros (414.000 rublos) a los 50.000 euros (5.179.000 rublos) e incluso se contempla la posibilidad de deportación automática para aquellos ciudadanos extranjeros que participen en la difusión de esta postura que hasta ahora era un derecho de las mujeres en Rusia, a partir de que entre en vigor esta ley dejará de serlo automáticamente.
Ya hay 11 regiones del país que han asumido esta nueva norma de manera individual, ahora es el gobierno central el que ha solicitado una “revisión significativa” de esta legislación, ya que considera que puede suponer un aumento en el gasto público sobre todo en los aspectos relacionados con la posibilidad de que se produzca una mayor mortalidad femenina, si las mujeres recurren a intervenciones clandestinas con la intención de interrumpir sus embarazos ante la llegada de esta nueva ley estatal.

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