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Cómo hacer natillas caseras

Hay postres caseros que nunca pasan de moda. Y que, además, suelen encantar a los más pequeños de la casa. Un buen ejemplo lo encontramos en las natillas caseras, sobre cuya receta te hablamos en esta ocasión.

Las torrijas, los buñuelos, las tortitas de calabaza… Hay postres caseros que solo con olerlos y probarlos nos evocan a nuestra infancia, cuando nuestras madres o nuestras abuelas los preparaban en la cocina mientras nosotros jugábamos en la sala de estar o en la habitación.

El olor a vainilla, a canela molida y a limón son aromas que pueden recordarnos a nuestra infancia. Y cuando elaboramos natillas caseras no hay duda que tanto la vainilla como la canela molida se convierten en dos de los ingredientes más populares.

Las natillas aparecieron por primera vez en la corte real de Inglaterra, donde de hecho, allá por el siglo XVI, se volvieron muy de moda. Este origen podría explicar su nombre. Y es que mientras que en Francia es común que la natilla se sirva muy líquida y se consuma fría en los postres, en Inglaterra, sin embargo, cuenta con una consistencia más espesa y es muy habitual servirla bien caliente.

Aunque en nuestro país es muy habitual consumirlas solas, como postre o merienda, es cierto que es considerado como una de las recetas básicas en repostería, ya que puede ser usado como base en helados, islas flotantes o incluso vertida por encima de un pastel de chocolate.

Una de sus principales ventajas es que no precisa de demasiados ingredientes (lo más común es que los tengamos todos en casa porque son ingredientes muy cotidianos), y su elaboración es, además, verdaderamente simple y sencilla.

Básicamente consiste en un postre elaborado a base de una mezcla cocida de leche y yema de huevo, a la que se le añaden otros ingredientes como maicena (para espesar), azúcar y extracto o vainas de vainilla. Luego, es posible añadir un poco de canela molida al momento de servir, siendo costumbre también acompañarla de una galleta maría por encima.

Receta de natillas caseras

Foto: Istock

Receta de natillas caserasFoto: Istock

Ingredientes:

  • 4 yemas de huevo
  • ⅔ tazas de leche entera
  • ½ taza de azúcar
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla
  • 3 y ½ cucharadas de maicena (harina de maíz)

Elaboración:

En una cacerola grande vertemos la leche y la mitad del azúcar, y calentamos al fuego hasta llevar a ebullición. Luego, reducimos el fuego a fuego medio. Mantenemos la leche mientras, en un cuenco, batimos bien las yemas de huevo.

En un tazón aparte combinamos el azúcar restante con la maicena. Añadimos las yemas de huevo a esta mezcla de azúcar y maicena y batimos bien para combinar. Lo ideal es hacer esta mezcla cuando la leche haya comenzado a hervir, ya que no es muy aconsejable hacerlo con mucha anticipación.

Añadimos una taza de leche tibia y mezclamos con suavidad. Luego procedemos a añadir la mezcla a la leche tibia restante, y volvemos a calentar suavemente a fuego lento, revolviendo con la ayuda de una cucharada de madera.

Continuamos revolviendo hasta que la crema de vainilla se haya espesado (o durante 3 a 5 minutos). Para que la natilla se espese, y no se vuelva líquida cuando se encuentre en la nevera, es conveniente que se cocine a 80 ºC.

Apagamos el fuego, añadimos la vainilla y revolvemos de nuevo retirándola del fuego. En caso de que hayan quedado grumos, puedes optar por colar las natillas para deshacerte de ellos.

Transfiere en un tazón grande y cubre bien con papel film transparente situándolo en la parte superior. Deja que se enfríe a temperatura ambiente. Finalmente, conserva en la nevera hasta que la vayas a disfrutar.

¿Cómo servir las natillas caseras?

Es cierto que nos encontramos ante un postre casero realmente versátil, por lo que combina casi a la perfección con cualquier otro ingrediente con que lo acompañemos. Por ejemplo, para hacerlo más nutritivo, es posible comerlo a cucharadas con bayas frescas o cualquier otra fruta fresca, como las fresas.

También es común servirlas espolvoreando canela molida por encima, y añadiendo una galleta maría por encima (con el calor, si lo hacemos antes de introducirla en la nevera, la galleta se ablandará y el resultado será aún más exquisito).

Pero acompañadas con un poco de salsa de chocolate, nueces y coco rallado por encima el resultado, casi sin dudarlo, será aún mejor si cabe.

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