¿Por qué un bebé se niega a dormir en su habitación?

Después de un período de colecho, o en ciertas etapas de su desarrollo, es normal que el niño pequeño se niegue a dormir en su cama. ¿Cómo explicarlo y qué hacer?

Una vez ha finalizado el colecho, y decidimos que nuestro hijo/a debe empezar a dormir en su propia habitación, es normal que surja lo que se conoce como ansiedad por separación, que es considerada, de hecho, como una etapa crucial en el desarrollo del pequeño, principalmente porque lo protege de riesgos externos. Además, es posible que también tenga pesadillas, motivadas por el miedo a quedarse solo durante la noche.

Lo cierto es que son muchas las razones que pueden explicar por qué nuestro hijo se niega a dormir en su propia habitación. Pero con algunas buenas prácticas, y teniendo en cuenta la edad a partir de la cual podría ser recomendable dar el paso, es posible conseguirlo y solucionarlo.

¿A qué edad puede dormir el niño/a solo en su habitación?

Los primeros meses, o incluso el primer año, es sumamente recomendable que el bebé duerma en la habitación con los padres, ya sea en una cuna colecho especial prevista para su propia seguridad, o en la cuna tradicional.

De hecho, es necesario recordar que, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda que el bebé duerma en la habitación de los padres hasta al menos los 6 meses de edad, ya que ayuda a reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante. No obstante, nunca debe hacerlo en la misma cama de los padres, especialmente a la hora de evitar riesgos de asfixia.

Teniendo esto en cuenta, a partir de esa edad el bebé puede dormir solo en su propia habitación, aunque no pasa nada si los padres prefieren que continúe durmiendo con ellos. Sea como fuere, es en esta etapa (entre los 6 y los 9 meses de edad), cuando entramos en el llamado período de ansiedad por separación, que tiende a ser una fase menos propicia para el establecimiento de un distanciamiento.

¿Por qué no quiere dormir en su cama?

Cuando el bebé no quiere dormir en su cama - Foto: Istock

En realidad, hay muchas explicaciones para el hecho de que el bebé no quiera dormir en su cama. Puede deberse a la transición al colecho, a una etapa nueva que puede originar ansiedad y despertares nocturnos… o a la existencia de eventos disruptivos (por ejemplo, la dentición, un catarro, la llegada de un hermanito o una hermanita, una mudanza, etc.).

En cualquier caso, es fundamental tener paciencia. Aunque, si es lo que deseamos, debemos tener en cuenta que, tarde o temprano, el niño acabará accediendo a dormirse solo en su propia cama.

¿Cómo poner a dormir a un bebé de 9 meses en su cama? La ansiedad por separación

Como hemos comentado anteriormente, si el paso de la habitación de los padres a su propia habitación ocurre entre los 6 a los 9 meses, debemos saber que la negativa por parte del niño/a a dormir en su cama puede estar ligada a la ansiedad por separación que comúnmente se produce en esta etapa.

Por lo tanto, es necesario ser pacientes y tener constancia para hacerle aceptar esta separación diaria y momentánea.

¿Cómo conseguir que el bebé duerma en su cama?

La clave está en ir poco a poco. Debemos tener en cuenta que, después de meses durmiendo con sus padres, es normal que pueda encontrarse un poco confundido y trastornado por el descubrimiento de su nuevo entorno, alejado de su madre.

Por tanto, es clave que el paso a su habitación sea fluido y en las mejores condiciones. Por ejemplo, podemos acostumbrarle a dormir allí sus siestas diurnas, tanto la de la mañana como la de la tarde, durante algunos días seguidos.

Además, debemos asegurarnos que su habitación se adecúa muy bien a su sueño, manteniendo una temperatura adecuada (entre 18 y 20 ºC), un colchón cómodo, que sea un ambiente acogedor y tranquilo y, sobre todo, sin mantas ni almohadas, para evitar cualquier riesgo de asfixia.

Recuerda estar a su lado siempre que te necesite, especialmente hasta que se quede dormido si así lo demanda.

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