¿Es recomendable un humificador para bebés?

La respuesta es sí en líneas generales, pero es importante saber que es incompatible su uso con problemas respiratorios como el asma, por lo que no está de más consultar su opinión al pediatra en alguna de las revisiones periódicas.
¿Es recomendable un humificador para bebés?

El humidificador es un aparato muy interesante para tener en casa siempre y cuando se use con moderación y responsabilidad. Lo es para los adultos, para los adolescentes, para los niños y también para los bebés, ya que al fin y al cabo el objetivo es común a todos ellos: controlar la temperatura y la humedad en el hogar.

Para el que no lo sepa, un humidificador no es más que un dispositivo compuesto por un recipiente para llenar de agua y que es evaporada por su sistema, pasando a formar parte del aire de la estancia en la que esté enchufado. Esto mejora la humedad en el ambiente, evitando ese aire seco que es tan negativo para la respiración, responsable por ejemplo de que la mucosidad excesiva de un catarro se seque y tapones las fosas nasales, y favorecedor para que proliferen microorganismos causantes de infecciones respiratorias.

Para que tengas una referencia numérica en la mente, entre el 40% y el 60% de humedad es lo recomendable, lo cual no es fácil de conseguir en climas secos en verano o en invierno con la calefacción puesta. En verano, la ventilación natural favorece un mejor ambiente para el descanso, algo que no ocurre en invierno porque es imposible mantener mucho tiempo abiertas las ventanas de la vivienda. Además, la calefacción sí potencia ese tipo de aire seco, eliminando la humedad y elevando la temperatura. Para convivir en casa es agradable, pero al ir a dormir se puede convertir en un problema. Por eso es recomendable apagar la calefacción un rato antes de la hora de acostarse -por lo menos el radiador de la habitación donde el bebé duerma- e incluso, si el ambiente está seco, encender unos minutos el humidificador.

Cuando no es recomendable

El humidificador es también recomendable para bebés y niños que sean atópicos, ya que los ambientes secos les van mucho peor para su piel. En cambio, sí hay excepciones en las que es posible que el pediatra no lo recomiende, como es el caso del asma y  algunas otras patologías relacionadas con la respiración. Si tu pequeño padece alguna enfermedad de este tipo o al probar por primera vez el humidificador has detectado que no le ha ayudado, sino todo lo contrario, lo recomendable es preguntar al pediatra antes de comprarlo o antes de enchufarlo de nuevo en caso de que ya lo hayas probado esa primera vez.

Por último, es fundamental utilizarlo de modo responsable, y no nos referimos a comprar un modelo concreto u otro. Nos referimos a que se debe ser muy responsable con su limpieza y no dejar nada de agua almacenada en el recipiente porque pueden aparecer hongos y bacterias que al ser puesto en acción y evaporar dicha agua pasen al ambiente. Por lo tanto, después de cada uso, se debe vaciar, limpiar y secar antes de guardarlo para su siguiente uso.

Por lo tanto, en líneas generales, sí es recomendable un humidificador para bebés, pero teniendo en cuenta que existen determinadas excepciones en las que se desaconseja su uso y que se debe muy responsable a la hora de utilizarlo y limpiarlo. Ante cualquier duda, consultar al especialista médico por el caso concreto de tu bebé es la decisión correcta.

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