Cuando hablamos de alimentación en el recién nacido solemos distinguir entre lactancia materna, lactancia artificial (con fórmulas especialmente diseñadas para la alimentación de los más peques) y la combinación de ambas formas de alimento: lactancia mixta.

Cuando hablamos de biberón no siempre nos referimos a una lactancia con leche de fórmula, sino que podría ser de leche materna extraída.
En consulta, muchas veces se tienen dudas acerca de cuál sería la mejor manera de dar un biberón en caso de que queramos evitar la confusión tetina-pezón, y para prevenir la pérdida de tomas de pecho cuando se necesiten combinar éstas con suplemento de biberón. Y para ello ha nacido el Método Kassing, es decir, el método más similar a la lactancia materna a la hora de dar un biberón.
¿Qué material necesitamos para practicar esta técnica?
Tan solo harán falta dos materiales diferentes:

- Biberones rectos: los curvos hacen que la leche que está en la parte alta tenga más fuerza de gravedad y por tanto la leche saldría con demasiada facilidad.
- Tetina: redonda, larga, blanda y de flujo lento (la que más se asemeja al pecho materno y que requiere que el bebé haga un esfuerzo similar)
Paso a paso para practicar el Método Kassing
- El bebé debe estar lo más vertical posible (si está tumbado, la leche cae por la gravedad y no succiona)
- Antes de que el bebé comience a succionar, lo ideal es activar el reflejo de búsqueda. Es decir, no introducir la tetina directamente en su boca. Hay que jugar con la tetina alrededor de la boca y mejillas para que la busque.
- El biberón debe ponerse de manera horizontal, sin inclinarlo, para que sea el bebé quién saque la leche.
- Asegurarnos de que el agujero de la tetina esté en contacto con la leche y no con el aire.
- Una vez que el bebé esté succionando, hay que hacer pausas cada 15-20 succiones, retirando el biberón (imitando a las pausas de lactancia materna que les permiten darse cuenta de su saciedad)
- Se recomienda alternar el lado por el que ofrecemos el biberón en la boca, de este modo se fomenta su desarrollo visual por igual.
- Introducir la tetina lo máximo posible en la boca para que la tenga muy abierta (imitando lo máximo posible el enganche al pecho)
- Conforme se avanza la toma se verticaliza el biberón para evitar que la tetina se llene de aire. Se inclina el cuerpo del bebé hacia atrás manteniendo la alineación cabeza-cuello-cuerpo.

De esta manera se favorece que sea el propio bebé el que gestione su saciedad y hambre regulando la cantidad de leche que ingiere al reproducirse las condiciones de la lactancia materna. Por lo que, entre otras ventajas se evita la sobrealimentación del pequeño y se consigue dar el biberón sin interferir con la lactancia materna.