El bebé de seis meses puede llevarse los alimentos a la boca con sus manos y comer solo; por supuesto que se atragantará, lo mismo que cuando empiece a caminar se caerá.
Los niños se caen y se atragantan muchas veces, pero su madre está a su lado para ayudarles, y poco a poco van aprendiendo.
No es necesario ni conveniente darle de comer con una redecilla antiahogo, porque el niño no aprende a comer con ella.

Los bebés pueden comer muchas cosas, según su edad, sus progresos y la consistencia de cada alimento: morder un plátano, un melón o una sandía; coger con sus dedos guisantes, lentejas, fideos, cortezas de pan o arroz con tomate; agarrar un trozo de brécol con la mano y mordisquear la parte más verde o coger minúsculas bolas de carne de una hamburguesa o una albóndiga desmigajada.
Muchas veces los bebés tosen y ponen cara de asco cuando se llevan algo a la boca. ¿Y qué hacen luego? Siguen cogiendo cosas, llevándolas a la boca, explorando.
Los bebés se lo llevan todo a la boca, juguetes, papeles, muebles, los dedos de sus padres y también las cosas de comer, si se lo permiten. Al principio las chupan y las escupen, pero no pasa nada. Si toman leche, están bien alimentados. Lo importante es que vayan explorando, disfrutando y avanzando.
Y es que la tendencia de los bebés a llevarse objetos a la boca es una parte crucial de su desarrollo sensorial y cognitivo.

A través de la exploración de estos primeros alimentos, los bebés descubren texturas, sabores y formas, lo que contribuye a su comprensión del mundo que les rodea.
Lo importante es proporcionarles un entorno seguro y supervisado para que puedan seguir reconociendo y aprendiendo de manera saludable.
Dr. Carlos González es pediatra experto en lactancia materna y alimentación del bebé