Nuestros hijos deben aprender a cuidarse por sí mismos gradualmente. Poder ir solos al baño, asearse, vestirse y, por supuesto, alimentarse son algunos de los primeros hitos conseguidos por nuestros pequeños.
En este sentido, conseguir que coman sin ayuda de papá o mamá quizás presente una de las mayores oportunidades para desarrollar su independencia. Silvia Morán, auxiliar de idiomas en Infantil en TEMS, The English Montessori School, nos da las claves para conseguir esa autonomía a la mesa de nuestros hijos.
Al alcance y a la edad de tus hijos
Los niños desean tener oportunidades para ser independientes y explorar cosas nuevas. En la pedagogía Motessori, la preparación de la comida es precisamente una parte mportante de cómo cuidarse a sí mismo y a su comunidad.
Es además una actividad sensorial fascinante donde desarrollan sus competencias a través de la repetición. En las aulas donde se trata este método, particularmente en las clases de los más pequeños, es habitual que niños de apenas tres años preparen su propio snack de media mañana. La fruta se deja en bandejas accesible a los pequeños y estos eligen tomar su almuerzo cuando les apetece.
“En el caso de Montessori School, en cada clase tenemos una mesa designada para merendar (the snack table) y los niños pueden comer solos o invitar a un amigo a comer con ellos”, señala la experta.
Además, añade que “los niños son responsables de poner un pequeño mantel y de preparar su propia fruta. Para ello utilizan cortadores y cuchillos propios para su edad, que les permiten cortar una manzana, pera o plátano en trozos sin ayuda de un adulto”.

Supervisión de nuestros hijos
Te sorprenderías viendo cómo tu hijo de tres o cuatro años es capaz de preparar su propio zumo de naranja, cortar una naranja por la mitad y exprimirla.
Como adultos, debemos por supuesto estar siempre presentes para mostrar y asesorar cómo poder hacerlo de manera segura, pero este ejercicio es excelente para trabajar su motricidad gruesa y aumentar la fuerza en sus manos.
“De este modo, los niños disfrutan preparando la comida y esto genera un interés en descubrir nuevos alimentos, de hecho, los niños que son más reticentes a probar cosas nuevas tienden a comer mejor si han participado en la preparación de su propia comida”, indica la especialista.
¡A limpiar!
Una vez terminan de comer, los niños deben ser responsables de recoger y limpiar lo que han utilizado. Recoger la mesa y fregar con agua y jabón el exprimidor, el vaso de cristal, el cortador o el cuchillo que han utilizado. Después, secarlo y ponerlo de vuelta en su sitio.
Hora de comer
Anímalos a que repartan los cubiertos y las servilletas y a que coman solo. Cuando terminen, pídele que vacíen los platos en la basura diferenciando los residuos. Durante la comida, háblales de la importancia de los alimentos, las vitaminas, proteínas, el calcio y los efectos positivos que estos tienen en nuestro cuerpo.
De esta forma, los niños aprenden sobre los alimentos a la vez que aumentan su vocabulario. Todas estas actividades permiten que nuestros niños ganen habilidades, aumenten su determinación y su concentración.