Ser Padres

Los alimentos que provocan más atragantamientos en niños

Estos son los alimentos con los que los niños se atragantan más fácilmente. Al año en Estados Unidos mueren 70 niños a causa de atragantamientos, muchos son, pero si los comparamos con los 700 niños que fallecen en las piscinas ahogados parece que el peligro no está en la comida. ¡Cuidado con estos alimentos!

Todos los niños se atragantan es normal y no supone mayor problema que unas cuantas toses, sin embargo el problema grave es el ahogamiento pero ¿qué diferencias hay entre uno y otro?
Atragantarse significa que la comida se queda a medio camino hacia el estómago y puede ocurrir con trozos grandes de comida o con comidas pegajosas, puede pasar hasta con el agua (¿a quién no le ha pasado alguna vez?). Todos nos atragantamos y los niños, que están aprendiendo a comer, se atragantan con más frecuencia. Cuando esto ocurre simplemente hacen un esfuerzo, o tosen, o carraspean y se acaban de tragar el trozo, o lo escupen fuera o bien lo echan y luego se lo vuelven a tragar. Cuando son pequeños normalmente no se asustan, ni se rinden: simplemente pasan el trago y siguen comiendo, así, con la repetición acaban aprendiendo a comer bien: masticando todo y con paciencia. Por eso es tan importante que aprendan a comer con trozos cuando empiezan con la introducción de sólidos, ya que si siempre se lo damos todo muy fino o en puré, cuando crezcan, a los tres o cuatro años se les habrá pasado las ganas y la necesidad de aprender y, cuando coman normal, se asustarán con los trozos, les darán arcadas y se negarán a comer los alimentos de otra forma distinta a la que lo estuvieran haciendo hasta entonces.
Ahogarse, sin embargo, significa que la comida se va hacia el pulmón y es mucho más grave. Ocurre casi exclusivamente con alimentos duros o redondeados como cacahuetes, avellanas, pipas, almendras, caramelos… Estos alimentos al ir a morderlos pueden salir disparados y meterse en la tráquea provocando el ahogamiento.
Hay varios factores que influyen en este hecho, el primero es que sus vías respiratorias son pequeñas (obviamente, es que ellos son pequeñitos), además normalmente no tienen todos sus dientes fuera o no están del todo desarrollados para la masticación y, por último, su reflejo de deglución es aún muy inmaduro. Si todo esto le sumamos el hecho de que se suelen distraer a menudo, incluido cuando están comiendo, esto hace que aumente mucho el riesgo de ahogamiento en los peques frente a los niños de más edad.
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