No hay nada mejor que hacer nuestra comida para el bebé. Además, cada vez más padres están tomando la decisión de preparar comida para sus hijos, principalmente como opción para conocer qué ingredientes se han utilizado realmente en su elaboración.
Aunque todo dependerá de la marca y el producto alimenticio escogido, es imprescindible prestar atención a la lista de ingredientes y al etiquetado nutricional de aquellas comidas para bebés que compremos en el supermercado, puesto que pueden tener muchos conservantes y azúcares añadidos que, en realidad, no querríamos que ingiriera el bebé.
En aquellos casos en los que deseamos ser nosotros mismos quienes preparamos el puré, la papilla o la compota del bebé en casa, la mejor opción es conseguir un buen procesador de alimentos, ya que nos ayudará a hacerlo todo de forma mucho más sencilla, fácil y simple.
¿Realmente es necesario disponer de una máquina para preparar la comida para bebés?
Si estás decidida/o a preparar tu propia comida para tu bebé, debes saber que no es necesario ni imprescindible comprar un nuevo procesador de alimentos (sobre todo uno específico para bebés) si ya dispones de uno en casa.
De hecho, es perfectamente posible hacer todo cien por cien a mano, utilizando para ello la cocina que tenemos en casa. No obstante, optar por un procesador de alimentos, o un robot de cocina, puede ser de mucha utilidad cuando no disponemos de mucho tiempo, ya que es posible dejar el procesador cocinando con el tiempo de cocción programado.
Y es que, aún cuando un procesador de alimentos nuevo pueda suponer un lujo, y no una necesidad en absoluto, el tiempo es algo que cuesta mucho cuando tenemos un bebé en casa. De manera que no hay nada más práctico que disponer de la comodidad de poder tirar las verduras en el procesador con un poco de agua, encenderla y hacer que la máquina cocine automáticamente un puré, una crema o una papilla.
Qué tener en cuenta a la hora de escoger un procesador de alimentos
Todos los procesadores de alimentos para bebés ofrecen la opción de cocción al vapor. Como ya hemos visto, este método de cocción es sumamente importante, ya que ayuda a conservar los nutrientes, sabores y vitaminas de los alimentos cocidos, principalmente verduras, cereales, carne y fruta.
Eso sí, es necesario tener en cuenta que, lo que cambia, en función del modelo, es la posible capacidad de los alimentos a cocinar, y si se cambia, o no, de un recipiente a otro entre las distintas etapas de cocción y licuado.

Es imprescindible tener presente otros elementos más o menos importantes, como la posibilidad —o no— de recuperar el jugo resultante de la cocción, lo que ayudaría a adaptar la textura en función de las necesidades que vayan surgiendo.
También es útil optar por procesadores de alimentos que permitan la cocción de los alimentos congelados, ya que esto puede ser muy interesante para muchos padres que no disponen de tanto tiempo a la hora de elaborar las comidas.
Sea como fuere, en todos los casos, siempre es una práctica muy buena cortar los ingredientes en trozos pequeños, lo que ayudará a facilitar la cocción.
Los procesadores de alimentos todo en uno permiten que sea el aparato el que se encargue de todo; simplemente es necesario lavar los alimentos, pelarlos, cortarlos y ponerlos en el vaso o taza del procesador, junto con un poco de agua. Pero tienen algunas ventajas. Por ejemplo, suelen ser más grandes y pueden ser algo más difíciles de limpiar, además de ser un poco más caros.
Evidentemente, los modelos eléctricos tienden a ser muchísimo más rápidos y eficientes que los modelos manuales, sin mencionar que, además, son más fáciles de usar.
En la mayoría de las ocasiones, la mayoría de los productos elaborados para bebés ya no contienen BPA, un compuesto usado en las piezas de plástico de muchos recipientes de almacenamiento de alimentos sobre el que, es cierto, existe mucha controversia, aún cuando no hay pruebas concretas de que el bisfenol A sea dañino para los humanos. No obstante, siempre es posible optar por procesadores y robots que no tengan BPA (es muy posible que su fabricante así lo publicite).
Por otro lado, es aconsejable optar por procesadores y dispositivos que puedan ser lavados en el lavavajillas; o que, al menos, sean fáciles de limpiar.