El mundo rosa de Barbie lo ha trastocado todo estos días cinematográficamente hablando. Ha arrasado con el calor y ha llenado las salas de personas que querían divertirse, echar unas risas entre amigos, desconectar de la realidad y además de todo eso se han encontrado con una película divertida, inteligente y para algunas críticas de cine como María Castejón “rabiosamente feminista”.
Una película con la que te lo estás pasando bien y al mismo tiempo y casi sin darte cuenta estás viendo en la pantalla reflejadas a millones de niñas de todo el mundo, estás sintiendo ese empoderamiento femenino integrador y divertido.
Miles de personas, hombres y mujeres, han acudido a las salas de cine vistiendo prendas en tonos rosas y como apunta la periodista y psicóloga Silvia Cóppulo, ha llegado el momento de “otorgar valor y poder al rosa, tanto en hombres como en mujeres. No es un color débil” ni lo visten personas débiles.
Tú eres buena, tú eres lista, tú eres importante
Pero Barbie no ha sido la única ni mucho menos la primera película en la que vimos que hay pequeños gestos que pueden hacer mucho para que las niñas se sientan bien con ellas mismas, se sientan empoderadas y en igualdad de condiciones con respecto a los niños.
En 2011 llegaba a las salas de cine la adaptación de una obra literaria titulada The Help que se publicaba en 2009 después de que su autora, la estadounidense Kathryn Stockett, hubiera sido rechazada por los 60 agentes literarios a los que presentó la historia, hasta que llegó a manos de Susan Ramer.
The Help vendió más de siete millones de ejemplares en todo el mundo, publicada en más de 35 países y traducida a tres idiomas distintos.
Dos años después, en 2011 veía la luz su adaptación cinematográfica que en España se tituló Criadas y Señoras y ahí aprendimos que el sencillo gesto de recordar cada día a una niña pequeña que es buena, que es lista y que es importante para alguien, para otra persona aunque solo sea una persona, ya es un paso para conseguir ese empoderamiento infantil tan buscado y necesario.
Hasta el punto que la niña que recibe cada día esas palabras de la persona que viene a su casa a limpiar y a preparar la comida para su familia, llega un momento en el que le responde llena de sinceridad “Abi, tu eres mi mamá de verdad.”
Es un gesto nimio, una frase dicha con convicción y sobre todo con amor, un recordatorio de una realidad que a veces a muchas niñas se les escapa entre los dedos y conviene recordárselo todas las veces que sea necesario.
Según el Índice de Empoderamiento de las Mujeres que publica Naciones Unidas, las mujeres alcanzan de media el 72% de lo que logran los hombres. Algo que para Naciones Unidas no es perjudicial exclusivamente para las mujeres sino para el progreso humano en general.
"Tú eres buena, tú eres lista, tú eres importante" una frase que podemos repetir a nuestras hijas hasta convencerlas de que realmente lo son, porque realmente lo son, aunque las circunstancias no sean siempre amables.