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Estoy embarazada y tengo los pezones hinchados, ¿debo preocuparme?

Este es uno de lo síntomas habituales en las mujeres gestantes, aunque tiene orígenes diversos que es conveniente conocer.

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El pecho es una de las partes del cuerpo que primero cambia al quedarse una mujer embarazada. Esto se debe a que los senos empiezan a prepararse para poder alimentar al bebé cuando nazca desde el momento de la concepción del mismo.

Por lo tanto, el conjunto de cambios físicos naturales que se producen en el organismo de una mujer gestante es un motivo por el cual tanto los pechos como los pezones se pueden hinchar -los niveles de progesterona y estrógeno cambian y esta es una de las maneras en las que se refleja-, lo cual conlleva en muchos casos molestias e incluso dolor intenso. Pero además de los cambios hormonales producto del embarazo, la inflamación de los pezones puede deberse a otras causas que no tienen que ver con este origen directamente.

Por ejemplo, algo tan sencillo como usar una talla errónea de sujetador puede provocar este problema de salud tan incómodo. Con el embarazo, en los primeros compases del mismo, los senos aumentan de tamaño y hay mujeres que tardan en dar el paso de comprar sostenes que sean acordes con el nuevo tamaño de sus pechos. Sobre todo ocurre cuando el sujetador es demasiado estrecho y acaba dañando la superficie externa de los pechos, incluido los pezones.

Posibles causas

Del mismo modo, se debe tener precaución con las relaciones sexuales porque el pecho está muy sensible, especialmente durante el tercer trimestre, y se puede cometer el error de dañarlo en un descuido. Además, hay expertos que vinculan la inflamación de los pezones a un estilo de vida alejado de lo saludable, sobre todo en lo que respecta a la alimentación.

Por otro lado, la hinchazón del pezón puede estar alertando de la existencia de una infección que puede ser bacteriana o por hongos. Este es un escenario grave que se suele detectar porque  generalmente van asociadas a secreciones de aspecto blanquecino o la presencia de telillas alrededor del pezón que destacan por su textura viscosa. Ante cualquier de los dos síntomas mencionados es fundamental acudir rápidamente al especialista médico.

Otras posibles causas de la inflamación de los pezones son el hipotiroidismo, una patología derivada del mal funcionamiento de la glándula tiroides, en cuyo caso los pezones estarán enrojecidos. También podría ser un síntoma de la presencia de un tumor benigno pequeño si la hipersensibilidad en la zona y la hinzhazón están acompañadas de una pequeña protuberancia, o que se trate simplemente de una obstrucción en los conductos por los que circula la leche materna. Esto último se denomina ectasia y es reconocible porque produce dolor en los pechos.

En cualquier caso, este es un tema delicado que conviene poner en conocimiento del médico en caso de que aparezca para que pueda diagnosticar el origen y en base a ello estimar la gravedad del problema y describir un tratamiento si fuera necesario.

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