Hoy en día es casi más adecuado hablar que durante el embarazo "hay que comer para dos" en lugar de "hay que comer por dos". Se trata, de hecho, de una frase más bien obsoleta, tal y como opinan las doctoras Josefina Ruiz Vega y Mª Concepción Díez Rubio en el maravilloso libro Nueve meses de espera. La clave está en comer bien, y además hacerlo de todo, en las debidas cantidades.
No obstante, durante la gestación es normal que la futura mamá tenga que aumentar el aporte de determinados nutrientes, ya que durante el embarazo son aún más necesarios.
Es lo que ocurre no solo con las vitaminas y minerales, sino también con las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas (sí, aunque no lo creas, las grasas son fundamentales para el organismo, y particularmente, son esenciales en la gestación).
¿Cuáles son las funciones de las proteínas en el embarazo?
En el caso concreto de las proteínas, son fundamentales en la gestación, ya que constituyen el material empleado por el cuerpo de forma totalmente natural para la formación y el crecimiento de la placenta, además de los nuevos tejidos del feto.
Además, participan activamente en el transporte correcto de las vitaminas y minerales por todo el torrente sanguíneo, y forman parte de los anticuerpos y de las hormonas.
Podemos diferenciar entre dos tipos de proteínas: las proteínas de origen animal y las de origen vegetal. Las primeras, por ejemplo, son consideradas como proteínas de alta calidad (o de alto valor biológico), al contener y aportar todos los aminoácidos.
Sin embargo, las de origen vegetal tienden a no ser tan completas al no poseer todos los aminoácidos necesarios, motivo por el cual es necesario combinarlas con las de origen animal en la dieta.
¿Qué cantidad de proteínas son necesarias en el embarazo?
Durante el embarazo se debe incrementar el consumo de proteínas diarias, ya que aumenta su necesidad. Se calcula que, en concreto, se deben tomar alrededor de 60 gramos de proteínas al día, lo que equivaldría a un 15% del aporte calórico total.
¿En qué alimentos podemos encontrar proteínas? Las mejores fuentes para la embarazada

Las mejores fuentes de proteínas de origen animal son alimentos como la carne (en especial el pollo, el pavo y el cerdo), el pescado, los huevos y la leche.
De hecho, por orden, destacan especialmente la carne de pollo y de vaca, el queso, el salmón (preferiblemente a la plancha), los pescados, huevos, el yogur y, en último lugar, los lácteos.
Sea como fuere, no olvides que, en el caso de las carnes y los pescados, es especialmente importante que hayan sido muy bien cocinados.
Mientras que encontramos proteínas de origen vegetal en alimentos como los frutos secos, cereales (preferiblemente integrales), legumbres o arroz.
Por ejemplo, ocurre especialmente en el caso de los garbanzos, soja, quínoa, trigo sarraceno, mijo, lentejas, tofu, judías, guisantes y el arroz.
Como vemos, la mejor forma a la hora de consumir proteínas en la dieta es combinando proteínas de origen animal y vegetal. ¿Y cómo conseguirlo? Optando por seguir algunas de las combinaciones que te proponemos a continuación:
- Legumbres + cereales (preferiblemente integrales)
- Vegetales + huevo
- Frutos secos + lácteos
De esta forma, obtendrás proteínas completas de forma fácil y segura, aportando así a tu organismo ese aporte extra que tanto necesita durante la maravillosa etapa de la gestación.