Durante la gestación se producen ciertas alteraciones en la piel de la mujer (no solo a nivel interno) que no tienen repercusión en la salud ya que no es grave, pero sí cobran relevancia en relación adquieren importancia en la estética y en la comodidad. Uno de ellos son las verrugas o acrocordones en el embarazo, ¿por qué pueden aparecer?
¿Qué son los acrocordones y por qué aparecen durante el embarazo?
Puede que si te hablamos de acrocordones (molusco fibroso gravidarum) no te diga nada esa palabra que es demasiado técnica y médica pero, si te decimos que son esos pequeños colgajos blandos y suaves que aparecen en el cuello, las manos o las axilas seguro que ya sabes a qué nos referimos con esta explicación.
Definición y características de los acrocordones
Se caracterizan por ser apéndices blandos del color de la piel o algo pigmentados, a menudo con forma pedunculada y con pliegues en su superficie y aparecen a partir del quinto mes del embarazo. Se conectan a la piel a través de un pequeño tallo, y pueden presentar pliegues en su superficie. Generalmente, su tamaño no supera los 5 milímetros. Estos fibromas blandos no son contagiosos y no implican riesgos para la salud, aunque pueden ser molestos al rozar con la ropa.
Estas verrugas pueden aparecer en cualquier momento de nuestra vida y no solo en el embarazo —especialmente tras la menopausia— , pero es en el embarazo cuando la mujer tiene más posibilidades de que broten en su piel. No duelen, no son graves para la salud, no se extienden por la piel y no son contagiosas, pero es importante diferenciarlas bien de otro tipo de dolencias aparentemente similares a la vista como las verrugas causadas por el virus del papiloma humano (VPH) porque estas últimas sí que conllevan graves riesgos para la salud. Acudir al especialista es por tanto lo principal para poder determinar si es una u otra afección.
Diferencias entre acrocordones y verrugas por VPH
Mientras que los acrocordones son benignos y no contagiosos, las verrugas por VPH son contagiosas y pueden extenderse a otras partes del cuerpo o a otras personas. Las verrugas suelen tener una textura más rugosa y pueden ser de color más oscuro. Ante la duda, siempre es recomendable consultar a un especialista para que te dé un diagnóstico preciso.
Ubicación común: cuello, axilas y manos
La cara, las manos, los pies, el cuello, las axilas, las ingles o el pecho son las zonas más frecuentes de la aparición de estos también conocidos como "fibromas blandos” que son delgadas capas de piel muy blandas que no presentan peligro porque suelen ser inofensivas para las personas que las sufren.
Cambios hormonales y su relación con los acrocordones
Estas mal llamadas verrugas no suponen por tanto ningún inconveniente que vaya más de lo estético, pero lo malo es que se desconocen las causas exactas que provocan su aparición más allá de las hormonas del embarazo que vienen detonados por el aumento en la producción de progesterona y de estrógenos. Esto hace que, aunque estas fibras de colágeno sean benignas, resulte imposible prevenirlas. Generalmente son pequeños, pero pueden alcanzar hasta 5 mm de tamaño. Algunos regresan después del puerperio.

¿Son peligrosos los acrocordones durante el embarazo?
En el caso de los acrocordones propios del embarazo, son benignos y, aunque pueden ser molestos por el roce al ponerse o quitarse la ropa, lo normal es que no presenten ningún problema cuando se manifiestan.
Aspectos benignos de los acrocordones
Los acrocordones son formaciones benignas que no representan un peligro para la salud de la mujer embarazada. No son cancerosos ni tienen potencial de malignidad, y su presencia no está asociada a complicaciones médicas. Aunque pueden ser una preocupación estética, no requieren tratamiento médico urgente. Su textura suave y su color similar al de la piel los hacen fácilmente identificables y diferenciables de otras afecciones cutáneas más serias.
Importancia de la consulta médica para confirmar su benignidad
A pesar de su naturaleza benigna, es fundamental consultar a un dermatólogo o especialista en caso de duda sobre la naturaleza de los acrocordones. Un diagnóstico profesional puede confirmar que se trata de acrocordones y no de otras lesiones cutáneas como verrugas por VPH u otras afecciones dermatológicas. La consulta médica también es importante para discutir posibles tratamientos si los acrocordones causan molestias significativas o preocupaciones estéticas.
Impacto estético y opciones de tratamiento para acrocordones
Al no haber peligro, lo mejor es esperar hasta después del parto, porque lo habitual es que en ese momento desaparezcan. Si no, siempre pueden extirparse de un modo sencillo con cirugía o con láser si el dermatólogo así lo cree conveniente.
Preocupaciones estéticas y molestias físicas
Aunque los acrocordones no son peligrosos, pueden generar preocupación estética, especialmente en áreas visibles como el cuello o las manos. Además, pueden causar molestias físicas debido al roce con la ropa o al realizar actividades cotidianas. Para muchas mujeres embarazadas, la presencia de estos fibromas blandos puede ser incómodo.

Tratamientos disponibles para eliminar acrocordones
Existen varios tratamientos para eliminar los acrocordones, que pueden ser considerados si persisten después del embarazo o si causan molestias significativas. Será el dermatólogo el que determine la mejor opción en cada caso.
Crioterapia y su aplicación en el embarazo
La crioterapia es un tratamiento que consiste en congelar el acrocordón con nitrógeno líquido, lo que provoca su caída después de unos días.
Cauterización y extirpación quirúrgica
La cauterización implica quemar el acrocordón con calor, mientras que la extirpación quirúrgica consiste en cortar el acrocordón con un bisturí. Ambos métodos se realizan siempre en consulta médica bajo criterio del profesional.
Ligadura: una opción para acrocordones persistentes
La ligadura es un método que consiste en estrangular el acrocordón cortando su suministro sanguíneo, lo que provoca su caída. Este procedimiento es efectivo para acrocordones persistentes y puede realizarse de manera ambulatoria, es decir, siempre en el médico.
Cuidado posterior a los tratamientos
Después de cualquier tratamiento para eliminar acrocordones, hay que seguir las recomendaciones del especialista para el cuidado posterior. Esto incluye mantener la zona limpia y seca, evitar la exposición al sol y aplicar cremas recomendadas para su cicatrización. Además, durante el embarazo es especialmente importante cuidar la piel del sol, sobre todo para prevenir el cloasma gestacional.

¿Desaparecen los acrocordones después del parto?
Posible remisión espontánea tras el puerperio
En muchos casos, los acrocordones pueden desaparecer de manera espontánea en el puerperio, esa etapa posparto llena de cambios. Es el momento en que los niveles hormonales comienzan a estabilizarse. En algunos casos los acrocordones pueden persistir después del parto.
Consideraciones postparto y menopausia
Después del parto, hay que seguir vigilando la piel y consultar a un especialista si los acrocordones continúan o si aparecen nuevos. Además, las mujeres que tienen acrocordones durante el embarazo pueden tener una mayor probabilidad de desarrollarlos nuevamente durante la menopausia por los cambios hormonales. ¡Siempre pide una opinión médica!
Este artículo da una información genérica sobre los acrocordones, pero solo un especialista médico puede determinar qué tiene cada persona y qué tratamiento o cuidado requiere.