Puede ser que te lo hayas planteado, que ya lo hayas puesto en práctica o que lo hayas visto en otros niños. Que los hermanos vayan vestidos de la misma manera es una tendencia que ha empezado a ganar popularidad, de hecho, algunas marcas tienen colecciones infantiles destinadas precisamente a eso, a que los pequeños vayan vestidos igual. Pero si bien este hábito tiene algunas ventajas, también tiene inconvenientes… ¿Puede afectar a la autoestima de un menor? Veamos los pros y los contras.
Realmente es una práctica que no nace ahora, y puede ser que alguna vez hayas vestido a tus hijos con el mismo conjunto o que incluso lo hagas siempre. Pero, ¿te has planteado qué repercusiones podría tener esto?
Ventajas de vestir igual
- Es muy cómodo. La hora de ir de compras se hace mucho más fácil: simplemente buscas unos conjuntos y lo único que tienes que hacer es comprar varias tallas. Por otro lado, a veces podrás aprovecharte de descuentos del tipo “2x1” y también puede que ahorres mucho tiempo en los momentos de prisa porque no tienes que pensar en conjuntos diferentes.
- Es práctico. Cuando hay que lavar la ropa es más sencillo puesto que han utilizado los mismos colores y se puede hacer la colada a la vez.
- Los niños no tienen envidia, ni celos. No decimos que las “peleas entre hermanos” vayan a desaparecer, pero al menos no es tan probable que entre ellos sientan envidia porque uno tiene “una ropa más bonita” que el otro. Llevan exactamente lo mismo.
- Los peques sienten que pertenecen a un grupo, en este caso, tienen un sentimiento de pertenencia a su familia. Es decir, que puede que entre ellos también estén más unidos.
- A muchos padres les parece adorable ver a sus hijos con la misma ropa.
Inconvenientes de tener la misma ropa
- Cada pequeño es diferente y, aunque los hermanos comparten rasgos físicos, son distintas personas. Vestirles exactamente igual puede afectar al desarrollo de su personalidad.
- Su autoestima y su individualidad puede verse afectada. Es fundamental que cada niño reciba atención y tiempo de sus padres de forma individual.
- Puede que a los hermanos mayores no les haga tanta gracia. Mientras al hermanito pequeño le puede maravillar ir vestido igual que su hermano mayor, a este puede que no tanto. Esto también puede ocurrir cuando se trata de un niño y una niña, quizá a alguno de los dos no le guste ir vestido de la misma forma.
- Las necesidades de cada uno son diferentes. Algo que debes tener en cuenta es que al fin y al cabo cada niño realiza distintas actividades, y mientras uno puede estar todo el día pintando, al otro le encante ir al parque y tirarse por el suelo. Optar por la misma ropa quizá no es la mejor opción.
¿Qué es lo mejor?
Debes considerar principalmente a quién le gusta más esta idea, si a ellos, o a ti; es muy probable que el gusto sea más tuyo que suyo.
Por otro lado, si te encanta esta costumbre puedes seguir llevándola a cabo, pero quizá no siempre, puede que en alguna ocasión especial sea la alternativa más adecuada. O quizá también mantener la ventaja económica de comprar lo mismo, pero de distintos colores.
Si dejas que tus niños elijan su ropa o al menos los colores, estarás haciendo que el momento de ir a comprar sea más entretenido, pero también educativo. Desarrollarán mejor su personalidad y su individualidad se verá reforzada.