Ya es la hora de dormir y vas a acostar a tu hijo… ¡Es el momento del cuento! Y aunque piensas que esta noche tocará otro, no es así, tu niño vuelve a pedir el mismo cuento de todos los días. ¡No se cansa! ¿Te suena esto? Lo cierto es que es algo bastante común y que, de hecho, tiene su explicación. Veamos por qué sucede y cómo puedes aprovecharte de ello.
¿Por qué ocurre?
Seguramente reconozcas la situación, tu hijo te pide leer el mismo cuento una y otra vez. Claro que tú, que leías con él para fomentar su aprendizaje, mejorar su vocabulario y, en definitiva, estar un ratito juntos, te preguntas si leer siempre la misma historia le aporta algo a su desarrollo.
Pues, aunque pueda parecer lo contrario, la realidad es que sí. A edades tempranas, la principal preferencia es lo familiar y un ejemplo de ello puede ser cuando un peque tiene más preferencia por las caras cercanas que por las desconocidas.
En el caso de los cuentos podemos encontrar diferentes motivos. Primero, porque al niño le da seguridad y le hace sentir tranquilo. Para entender esto pensemos en las rutinas, cuando establecemos el mismo patrón sentimos que tenemos un mayor control sobre todo, y esto se puede aplicar a cuando se bañan o cuando se ponen el pijama.
Por otro lado, para ellos, saber lo que va a suceder es una experiencia placentera. Pensemos en nosotros mismos cuando escuchamos la misma canción o cuando vemos una película e intuimos cómo va a acabar, cuando se cumple el final que habíamos pensado nos aporta placer.
En cuanto al vocabulario, pese a que parezca que no se están aprendiendo nuevas palabras, realmente, repetir las mismas les ayuda a concentrarse más en ellas y a adquirirlas. Asimismo, como sabemos, los cuentos sirven para aportar conocimientos y si leemos la misma historia varias veces, los niños pueden asentar mejor eso nuevo que han aprendido. Además de que, si la trama les ayuda a superar un miedo o cualquier otra capacidad, gracias a esa repetición podrán adquirirla más fácilmente.
¿Qué pueden hacer los padres?
El aprendizaje por repetición es esencial en el desarrollo de los niños porque les aporta numerosos beneficios y leer el mismo cuento una y otra vez es un buen ejemplo. Por esta razón, lo mejor que pueden hacer los padres es fomentar ese aprendizaje repetitivo. Cuando tu hijo te pida que le cuentes la misma historia, ten en cuenta esto:
- Para empezar, recuerda esto que hemos visto, es parte del proceso del desarrollo infantil. Realmente es una fase y, por lo tanto, terminará pasando.
- Céntrate en aspectos diferentes cada día. Por ejemplo, una noche puedes enfocarte especialmente en el texto; otra, puedes ayudarlo a intentar leerlo; la siguiente, os podéis fijar en las imágenes o dibujos que aparecen; en otra ocasión podéis leerlo interpretando y poniendo diferentes voces, y otro día, podéis relacionar la trama de la historia con situaciones que le hayan ocurrido al peque.
- Si quieres combinar ese cuento con otro, prueba ofreciéndole obras que sean de un mismo escritor o que tengan temas o personajes parecidos. Por ejemplo, si le encanta una historia sobre perritos, intenta leer con él otra obra diferente, pero que incluya a esos animales también.
- Ten cuidado con intentar cambiar pequeños detalles de la historia o el final de la misma, para el niño puede ser una pérdida de seguridad y tranquilidad, e incluso podría enfadarse. Puedes proponerle hacer ciertos cambios en la trama, pero siempre como propuesta, no como obligación.