Una de las principales preocupaciones en las madres es que la lactancia materna no sea suficiente para alimentar a sus hijos y que no ganen peso adecuadamente. Si se está llevando a cabo una lactancia materna y hay un estancamiento de peso significa que algo no está funcionando bien. Aún así lo más importante que debemos controlar en una lactancia no es únicamente el peso, sino que el bebé orine con frecuencia y realice deposiciones. Que haga esto significará que se está hidratando y nutriendo adecuadamente y no debemos obsesionarnos con el peso.
Las causas pueden ser muy diversas, pero es necesario saber cuál es el motivo exacto para poder ponerle remedio. A veces son problemas técnicos de la propia lactancia, otras veces son causas de la madre y otras del bebé. Vamos a repasar todas las posibles causas.
Causas maternas que afectan a la lactancia
Puede ser que el bebé se agarre adecuadamente al pecho y haga una buena succión pero aún así no consigue extraer suficiente leche. En este caso estaremos hablando de un problema materno, fundamentalmente en la producción o en la salida de la leche materna:
- Falta de producción o hipogalactia: su frecuencia es bajísima al contrario de lo que piensan la mayoría de personas. La falta de producción láctea afecta a menos del 5% de las madres lactantes y su origen es multifactorial. En este caso deberás acudir a tu médico de familia o matrona para estudiar la posible causa y analizar las soluciones.
- Obstrucción de conductos lácteos: un vaciado defectuoso de un lóbulo mamario, generalmente por mala técnica de lactancia o por utilizar sujetadores que producen compresión excesiva provoca la obstrucción en la salida de la leche. Apareceraán bultos dolorosos y se enrojecerá la piel circundante. A diferencia de las mastitis (que cursan con estos síntomas y además fiebre, ya que es una infección) aquí no habrá dolor ni malestar general. Se solucionará realizando masajes, aplicando calor local y aumentando la frecuencia de las tomas.
- Problemas anatómicos como un pezón plano o invertido: en estos casos existen técnicas de lactancia (técnica del sandwich) que permiten optimizar el pezón pese a tener una anatomía que dificulta su correcta introducción en la boca del bebé. En casos más complicados el uso de pezoneras podría ayudar a solventar el problema.
Problemas técnicos al dar el pecho
Esta es la causa más frecuente de todas y además la que tiene más fácil solución. El establecimiento de la lactancia maternas es un proceso difícil y que precisa en muchas ocasiones de un acompañamiento profesional adecuado por parte de la matrona, pediatra o asesora de lactancia.
Cuando acude una madre a consulta del recién nacido, el pediatra debería dedicar unos minutos a observar una toma de lactancia para poder hacer las modificaciones que sean necesarias, generalmente respecto a la posición del bebé al mamar. La tendencia de los últimos años a fomentar la lactancia de fórmula ha hecho que muchas madres cojan a sus hijos y los coloquen al pecho como si fuesen a darles un biberón, y es un error muy común. Acudirán a consulta con problemas de grietas en el pezón, dolor con las tomas e incluso sangrados. Simplemente modificando la posición y orientando a la madre reforzándole el maravilloso esfuerzo que está haciendo hará que las tomas sean más eficaces y que el bebé succione con mayor calidad, ganando el peso que no estaba ganando adecuadamente.

Causas infantiles que influyen en la lactancia
Cuando la madre tiene buena producción y la anatomía de su mama es la adecuada, si un bebé no está cogiendo peso es probablemente porque existe algún problema en el propio bebé:
- Bebés adormilados o letárgicos: problemas de adaptación en las primeras horas de vida pueden condicionar que el bebé esté más adormilado de lo normal y se tenga que estimular con frecuencia para que pueda mamar.
- Problemas anatómicos: enfermedades como el labio leporino o la fisura palatina pueden provocar que la succión sea totalmente ineficaz y por tanto no se extraiga la leche con facilidad. Otro problema habitual es la llamada anquiloglosia o frenillo corto, un problema en el cual la lengua no se extrae con facilidad y por tanto no se succiona eficazmente. En este caso el tratamiento será cortar el frenillo lingual una vez se ha objetivado que la ausencia de ganancia de peso es debida a ello.
- Enfermedades neuromusculares que dificultan el uso adecuado de la musculatura de la boca para mamar.
- Prematuridad o bajo peso al nacimiento: en estos casos existirá una succión débil debido a la inmadurez que con el paso de los días irá mejorando una vez se adquiera un mayor tono muscular.
Todos estos casos tienen solución en muchas ocasiones, pero en un pequeño porcentaje precisarán que la lactancia materna sea suplementada con leche de fórmula. El adecuado conocimiento de estos problemas y el apoyo por parte de las matronas y los pediatras será fundamental para poder mantener el mayor tiempo posible la lactancia materna y así potenciar sus efectos tan beneficiosos.