En la frenética carrera de las mañanas, muchos padres y madres se preguntan qué hay que hacer o cuál es la clave para que el inicio del día sea más suave y eficiente.
Una solución clave radica en involucrar a los hijos en tareas específicas que no sólo fomenten su independencia, sino que también alivien la carga matutina de los padres.
La psicóloga y psiquiatra experta en trastornos infantiles, Lucía Delgado, nos dicta varias pautas muy prácticas que pueden transformar el caos matutino en momentos más organizados y serenos para toda la familia:
1. Establece rutinas claras:
La clave para lograr una mañana exitosa radica en la previsibilidad. Establecer rutinas claras ayuda a que los niños sepan qué esperar cada día. Desde la hora de despertar hasta el momento de salir de casa, definir un horario predecible proporciona estructura y facilita la delegación de responsabilidades.
2. Asigna responsabilidades acordes a la edad:
Cada niño es único, y las responsabilidades deben adaptarse a su edad y habilidades. Los más pequeños pueden encargarse de tareas simples, como preparar su mochila, mientras que los adolescentes pueden asumir responsabilidades más complejas, como preparar el desayuno o asegurarse de que todos tengan lo necesario para el día.
3. Crea listas:
Facilita el proceso de delegación proporcionando listas de verificación personalizadas para cada hijo. Estas listas pueden incluir tareas específicas que deben completar cada mañana, como vestirse, recoger sus pertenencias y asegurarse de tener todo lo necesario para la escuela. Las listas sirven como recordatorios visuales y fomentan la autonomía.
4. Fomenta la colaboración y el trabajo en equipo:
Transforma las mañanas en un esfuerzo familiar colaborativo. En lugar de ver las tareas como obligaciones, anímales a trabajar juntos para lograr un objetivo común: salir de casa a tiempo. Esto no sólo reduce tu carga, sino que también inculca valores importantes como la colaboración y la responsabilidad compartida.
5. Ofrece incentivos positivos:
Motiva a tus hijos a participar activamente en las mañanas ofreciendo incentivos positivos. Estos pueden ser pequeñas recompensas, elogios o incluso tiempo adicional para actividades que disfruten.
Establecer un sistema de recompensas refuerza la idea de que contribuir al funcionamiento familiar tiene beneficios gratificantes.
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