Conviene recuperar esos breves momentos por el bien que le hacen a nuestros hijos pero también porque el tiempo pasa muy deprisa y los años en los que nuestros besos tienen “superpoderes” se pasan antes de que nos demos cuenta.
Por eso estas cinco sencillas rutinas cotidianas son tan importantes para ellos. Les dan consuelo, les dan confianza en sí mismos y en nosotros sus madres y padres, les enseñan que el amor importa y expresarlo a quienes queremos también importa.
Son rutinas sencillas que les enseñan a respetar e incluso les hacen ser responsables.

La vida en un minuto
Porque algunas de ellas no duran más de un minuto y sin embargo son gestos que recordarán, que recordaremos, toda la vida porque aportan felicidad a nuestros hijos y a nosotros también.
Igual que les gusta ver una película una y otra vez cuando son pequeños porque les produce mucha tranquilidad saber lo que les va a ocurrir a los personales, estas pequeñas rutinas diarias les dan seguridad, les hacen sentirse cómodos en su entorno y protegidos por las personas que forman parte de él.
No te vayas nunca sin despedirte
No desaparezcas pensando que así va a sufrir menos porque es todo lo contrario. No dejes que las prisas te roben ese momento de darle un beso para desearle que pase un buen día, para recordarles que os veis en unas horas.
Es una rutina muy importante para ellos y merece mucho la pena invertir unos minutos al día para dedicárselos porque estáis construyendo una conexión emocional muy positiva no solo para los niños sino para los adultos también.
¿Seguro que no tienes un minuto para jugar con ellos por la tarde?
Solo jugar, a lo que sea, a cualquier cosa, es una actividad que fomenta como pocas el vínculo familiar, que promueve las charlas y las conversaciones, que impacta de forma muy positiva en su desarrollo, en su salud mental e incluso en su capacidad para aprender.
Para los más pequeños de la casa lo de jugar un rato con papá y/o mamá es un planazo, ese tiempo compartido por pequeño que sea es una rutina básica para la felicidad de nuestros hijos, y la nuestra también.
Salir fuera a jugar
Jugar al aire libre sabemos que aporta a los niños grandes beneficios en su desarrollo y tiene un impacto positivo en su bienestar físico, en su salud y en su bienestar emocional también.
No siempre podemos llevar a los niños al parque, las prisas, las obligaciones, los horarios nos lo impiden en demasiadas ocasiones pero es algo que estaría bien que lo hiciéramos todas las veces que nos fuera posible.
Salir al parque, a jugar al aire libre, a jugar con otros niños es una actividad que les ayuda a desarrollar sus habilidades sociales, a darle la importancia que tiene a la amistad entre iguales, a la cooperación y por supuesto, les hace desarrollar unas habilidades motrices que es más difícil que desarrolle en un entorno como el de nuestra casa.
Cenar en familia es una necesidad
Los horarios de unos y de otros hace que prácticamente nadie coincida a la hora de comer en la mayoría de los hogares españoles, por eso la hora de la cena es tan importante para alimentar los vínculos entre todos los miembros de la familia.
Para los niños compartir la mesa tiene enormes beneficios y no solo desde el punto de vista emocional, de comunicación y de conocimiento mutuo siempre sin pantallas alrededor, ni la televisión ni los teléfonos tienen que tener ningún protagonismo.
Es el momento de comentar cómo ha ido el día, de participar en las conversaciones y de compartir ideas, opiniones y vivencias y es uno de esos momentos que más importancia tiene sobre su autoestima y su felicidad.
Es el momento de crear recuerdos por muy poca importancia que le demos los adultos.
No se puede dormir nadie sin su beso de buenas noches
Un beso, un abrazo, un achuchón, incluso unas cosquillas, es el gesto con el que conectamos, con el que estamos siendo plenamente conscientes del momento.
Para el niño o la niña, dormirse después de ese gesto, esa caricia, ese cariño, esa frase con la que le decimos que les queremos, le hace sentirse arropado, seguro y querido, fortalece su autoestima y su confianza, aprende la importancia que tiene mostrar afecto.
Es una rutina diaria breve y sencilla que muchos niños esperan cada noche y tiene una importancia tremenda en su bienestar emocional.
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