La genialidad se fomenta o se desprecia, según afirma Fernando Alberca en su libro “Geniales. La genialidad incomprendida de los niños”.
El experto en educación y autor de otros libros como “Todos los niños pueden ser Einstein” y “El niño que venció a brujas y dragones” sostiene que “padres, madres, docentes, educadores y educadoras pueden fomentar la genialidad en todo ser humano del que quieran sacar de él lo mejor”
Para fomentar y desarrollar esa genialidad en casa, Alberca recomienda practicar las siguientes acciones e integrarlas en la rutina diaria.
Ocho acciones para fomentar la genialidad de tus hijos
Para fomentar su genialidad, nuestros hijos tienen que:
1.-Preguntar: Y nosotros, cuando nuestro hijo o hija nos pregunta, siempre tenemos que responder.
2.Pensar: Y nosotros, tenemos que reconocer y admirar sus pensamientos.
3.-Descubrir: Y nosotros, incitarles a descubrir por ellos y ellas mismas cómo es el mundo que les rodea y el que no está tan cercano y les resulta más distante y cómo pueden vivir eficazmente en ellos.
4.-Experimentar: Y nosotros, decirles las cosas y no molestarnos porque las experimenten para comprobarlas.

5.-Tener espíritu crítico: Y nosotros, enseñarles cómo distinguir verdad de mentira, importante de secundario y a obedecer sólo porque respeten y se fíen de quienes les manda, conquistando su propia voluntad, atemperando su personalidad, haciendo las cosas libremente y porque quieren aunque no les apetezca. No hay que decepcionarse cuando desobedezcan o se muestren poco educados en algunos aspectos. La madurez los irá mejorando si confiamos en ellas y en ellos.
6.-Saberse valiosos además de queridos: Y nosotros, demostrarles en qué son valiosos y podían no serlo, además de que lo hagan bien.
7.-Aprender y por tanto saber: Y nosotros, enseñarles las verdades y aspectos vitales importantes, junto a refranes y lo que sabemos que sirve por tradición familiar, más que por experiencia personal.
8.-Persistir: Nunca se fracasa si no se abandona, ante el cansancio cuando uno cree que no saldrá sin haberlo vuelto a intentar mejorando algo de lo memorable.
Los padres que fomentan la genialidad, aprenden a disfrutarla cuando la generan sus hijos: “No la temen, sino que la reconocen, la aprecian, la admiran y la premian con su satisfacción personal, el mejor premio para quien es genial”.
Por último, el experto propone como ejercicio práctico para que realices con tu hijo o hija, recordar una ocasión concreta en la que él o ella preguntó, otra en la que pensó, otra en la que descubrió, en la que tuvo espíritu critico, se dio cuenta de que era valioso, aprendió algo y persistió… hasta completar las ocho acciones y recordárselas siempre que se pueda como anécdotas que se atesoran.
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